POR JOSÉ ÁNGEL RUEDA

Tiene tiempo que los Osos han perdido su grandeza. Una de las franquicias históricas de la Liga busca resurgir de sus cenizas para convertirse en un equipo contendiente, aunque es cierto que eso no se logra de la noche a la mañana, Chicago deberá trabajar duro si quiere volver a los primeros planos de la NFL.

Los Osos le dieron al mariscal de campo Mitchell Trubisky las llaves de su ofensiva. El QB de segundo año sabe de su responsabilidad de devolverle la grandeza a Chicago, sin embargo, sabe también que no está solo. La llegada de Matt Nagy como headcoach le abre un mundo de posibilidades para tratar de consolidar un proyecto ganador.

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Trubisky cuenta con armas importantes en cuanto a su ofensiva aérea. La llegada del receptor Allen Robinson se espera que potencie el ataque de los Osos, al igual que la incorporación de Trey Burton, ala cerrada que se presume tendrá un rol protagónico dentro de la ofensiva implementada por Nagy, ex coordinador ofensivo de los Jefes.

El ataque terrestre de Chicago figura como una garantía. De la mano de la dupla protagonizada por Jordan Howard y Tarik Cohen buscará afianzarse como uno de los más rentables de la Liga.