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Mira

25, agosto 2018 - 21:05

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POR JAVIER JUÁREZ
FOTOS: ÉRIK ESTRELLA
ENVIADOS ESPECIALES

Aguascalientes.- Energía hubo, garra también, hidrocálidos y regiomontanos sacaron chispas, sin embargo los goles se ausentaron casi toda la noche. Rayos y felinos estuvieron cerca de salir ilesos, pero el daño llegó al final.
Víctor Dávila con un electrizante destello venció a Guzmán. El triunfo ya era de los locales, sin embargo Eduardo Vargas metió el turbo y con un polémico penalti igualó la batalla. Todo fue relampagueante.
La repartición de puntos no le gustó a ninguno de los dos, pero fue lo más justo por el espectáculo brindado.

EL PARTIDO

Los Rayos entraron con los voltios encendidos, con la carga a tope y decididos a electrocutar de nuevo.
Necaxa no se intimidó al ver enfrente a los temibles Tigres, los hidrocálidos echaron para atrás a la manada auriazul.
Dieter Villalpando exigió muy pronto a Nahuel Guzmán, el “Patón” tuvo que entrar en acción sin carburar.
El switch de los locales estuvo arriba todo el tiempo, Víctor Dávila también lo intentó con un tiro que pasó ligeramente desviado.
Los regiomontanos sufrieron con el vendaval hidrocálido, Nahuel y Torres Nilo no tuvieron coordinación y se notó. Jorge lleva varias semanas como central, pero no está a gusto.
Necaxa siguió al frente, Villalpando lo volvió a intentar con un tiro en el área, pero su intento pasó lejos de nuevo.
Un rugido del “Tuca” despertó a la manada. Ferretti notó el poco futbol de su plantel y salió a ordenarlos.
Julián Quiñones captó el mensaje y comenzó a hacer uso de su fuerza física y desequilibrio para entrar al área necaxista por el lado derecho.
Los auriazules despertaron de su breve letargo, Julián y luego André-Pierre Gignac probaron a Hugo González.
Esos avisos felinos provocaron que los Rayos acumularan casi toda su energía en la mitad del campo.
El juego se volvió muy soso, con faltas y pocos espacios; Córdova, Villalpando y Dueñas recibieron la tarjeta preventiva.
Tigres en base a contragolpes estuvo más cerca de abrir el marcador. Zelarayán orquestó las escasas llegadas auriazules.
Antes de ir al vestidor los Rayos reclamaron una mano de Torres Nilo en el área, pero el árbitro no la consideró intencional y el juego se pausó.

EL COMPLEMENTO

Al volver al campo Leaño decidió refrescar su ataque con el ingreso de Marcelo Allende. Necaxa volvió a cargarse, tuvo llegada, sin embargo la fortuna no apareció.
Tigres fue más paciente y a la vez peligroso. Aquino en el área se quedó cerca de superar a Hugo González, su tiro tocó la red, pero por fuera.
Ferretti decidió en ese momento meterle turbo al juego, Eduardo Vargas entró al campo.
El partido comenzó a ser de ida y vuelta. Hugo fue héroe en un tiró que le hizo Aquino a centímetros del rostro. El portero aguantó firme y alejó el esférico.
En esa misma jugada los Rayos acarrearon fugazmente el balón al área de Tigres, Dávila remató con la cabeza un centro por la derecha, Víctor ya coreaba el tanto, pero Nahuel tapó milagrosamente.
Los ataques siguieron en ambas áreas, Zelarayán lo intentó con un tiro raso, pero la zaga lo bloqueó como de rayo.
El empate sin goles estaba pronosticado, sin embargo la emoción llegó como de rayo en la agonía del juego.
Víctor Dávila sacó un electrizante fogonazo que no pude detener Guzmán.
El triunfo ya era hidrocálido, pero en el último suspiro Eduardo Vargas emparejó todo luego de un dudoso penalti.
Ese fue el colofón del juego. Las descargas y zarpazos llegaron al final. El botín se repartió.