Foto: Antonio Miramontes / ESTO

Se terminó el invicto de Cruz Azul en el semestre. Atlas le metió personalidad en su cancha, rompió el ayuno de victorias y con un solitario gol de Juan Pablo Vigón, quien de paso, hizo un festejo para plantarse frente a La Fiel, que anteriormente lo había abucheado.

La Máquina no pudo continuar con su marcha perfecta y se descarriló en parte por su falta de contundencia, ya que la diferencia fue que los Rojinegros metieron la que tuvieron y ellos no.

Oxigeno para La Academia y llamada de atención para los azules en el Estadio Jalisco.

EL JUEGO

Si los goles y los buenos resultados no llegan en Liga, Atlas trató de encontrarlos en la Copa. Los Rojinegros salieron con la obligación de poder dar una actuación convincente ante su gente; sin embargo, enfrente tuvieron a un Cruz Azul en gran ritmo e invicto en el semestre.

Prueba de ese gran nivel cementero fue el inicio del encuentro. La visita dominaba y se dio el lujo de dejar ir las primeras oportunidades de peligro. Un par de aproximaciones que pudieron ponerlo al frente en el marcador, pero la falta de contundencia les impidió inaugurar el electrónico.

De a poco, La Academia tomó el protagonismo de las acciones. Las líneas recorrieron unos metros hacia adelante y empezaron a insinuarse con insistencia al arco de Allison. El primero en dar un aviso fue Andrés Andrade, quien encaró dentro del área y alcanzó a meter un remate que el meta azul tapó con la pierna.

La segunda llegada rendiría frutos para los Zorros. Una gran combinación entre Vigón y Duque sirvió para que el capitán quedará mano a mano con Allison. El cancerbero celeste salió al achique y Juan Pablo le picó la bola para mandarla a besar la red. ¡Se acabó el ayuno!

El tanto le dio confianza a La Furia. Con dinamismo, fueron al frente y se quedaron a centímetros de ampliar su ventaja durante el complemento.

Ulises Cardona tiró un recorte hacia adentro por la parte derecha del área, y de curda, con la parte interna, buscó acomodarla en la escuadra. La bala blanca pasó muy cerca.

El propio Vigón se quedó cerca de su doblete, pero el poste se lo negó. El camiseta 7 atlista se levantó para rematar de cabeza una pelota parada y esta fue a dar directo al larguero.

Los Cementeros no se quedarían de brazos cruzados contemplando como les arrebataban su invicto en el semestre. Pedro Caixinha mandó al abordaje a sus dirigidos y cuando Edgar Méndez había marcado, el silbante anuló por fuera de lugar.

Sobre la hora, La Máquina forzó la marcha. Un tiro de esquina en el agregado se convirtió en un auténtico tira tira en donde la zaga de Atlas se tuvo que revolver para despejar.

Sobre la hora, Cruz Azul se quedó con uno menos ante la expulsión de Sánchez. El defensa, con la frustración del resultado, tiró una patada que lo hizo merecedor de la roja directa.

Con el silbatazo final vino la verdadera noticia: ¡Atlas ganó! Y lo hizo dándose el lujo de acabar con el invicto azul.

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