POR JORGE BRIONES

Los Jefes se han quedado lejos de su objetivo en sus últimos años y ahora lo intentarán con una fórmula diferente.

Desde la llegada de Andy Reid al banquillo de Kansas City, el equipo ha tomado protagonismo en la Conferencia Americana, pero ha sido incapaz de siquiera soñar con llegar al Super Bowl. Para esta temporada se desprendieron de Alex Smith y le darán el control de su ofensiva al jugador de segundo año Patrick Mahomes. Ya tuvo un año de aprendizaje en la liga, como suplente, así que es tiempo de su prueba de fuego.

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Mahomes tendrá un gran respaldo por todo el núcleo de talentosos jugadores que tendrá a su disposición. En el ‘backfield’ contará con la que, muy probablemente, es la mejor dupla de corredores de toda la NFL. Kareem Hunt y Spencer Ware son garantía por tierra, con características diferentes que se complementan a la perfección. Por aire, el ala cerrada Travis Kelce y los receptores Tyreek Hill y Sammy Watkins serán una amenaza paras las secundarias contrarias.

A la defensiva, perdieron a su último gran referente (Tamba Hali) y a su estelar esquinero (Marcus Peters), pero siguen teniendo jugadores de peso como el cazamariscales Justin Houston y el profundo Eric Berry, quien se recupera de una lesión que lo mantuvo fuera durante casi todo el 2017.

El proyecto de Andy Reid empieza a llegar a su final, y aunque tiene piezas importantes, dependerá en gran parte de lo que haga Patrick Mahomes.