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5, septiembre 2018 - 17:33

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POR HÉCTOR REYES

Adriana Jiménez, segunda clasificada de la Serie Mundial de Clavados de Altura, tiene en puerta la sexta fecha en el histórico puente de Mostar en Bosnia – Herzegovina.

Desde allá, la deportista mexicana quiere mejorar la posición en relación al resultado que obtuvo en la temporada pasada.

La principal rival de Adriana ha sido Rhiannan Iffland, quien es bicampeona del mundo, en una competencia que tiene la tradición de tres siglos sobre un puente que cruza un río que se distingue por tener una corriente muy fuerte y muy fría (12 grados centígrados) y esto lo hace mucho más desafiante.

El ocho de septiembre, en la rama femenil, las competidoras buscarán conquistar el trofeo King Kahekili. No será fácil para Adriana, aunque reconoce que el frío es su punto débil, ahora será un área de oportunidad para mejorar.

Ella sufrió mucho en la última fecha del serial que se realizó en Chile, pero en esta ocasión los entrenamientos que realizó en México han sido muy cuidados y con mucha calidad para asumir el reto con mayor decisión.

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Adriana presumió al equipo de jóvenes talentos dirigidos por su entrenador César Cuevas, por lo cual se siente feliz con ese trabajo que ya empezó a germinar.

“Con felicidad quiero decir que mis sueños se están haciendo realidad de apoyar nuevas generaciones, Red Bull México apoyó a un integrante de mi equipo Diego Rizo para asistir a un campamento a Austria, donde hará algunas ejecuciones de 27 metros”, declaró Adriana desde la histórica y bellísima ciudad de Mostar.

Precisó que Red Bull pagó el boleto de avión para que Diego, surgido de la Alberca Olímpica, asista al campamento que se realizará la próxima semana en Austria; en tanto, César, Adriana y su familia aportaron para los demás gastos.

El objetivo que se ha trazado es apoyar a todos los integrantes de su equipo “sacarlos a un campamento o a un espectáculo de clavados fuera de México para que logren integrarse a las competencias, tienen mucho potencial, pero muy pocos recursos”.

La CONADE finalmente les dio luz verde para que su equipo entrene en el CNAR y cuenten con un alimento, eso la tranquiliza también, hizo hincapié que son niños con muchas ganas y con tanto amor por los clavados, eso la ha motivado en los entrenamientos y tiene ante sí el reto de ganar en Mostar.

Sentenció que buscarán el apoyo hasta por debajo de las piedras y si todo sale bien reconoce que confiarán en ellos y se abrirán más oportunidades.

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