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Mira

8, septiembre 2018 - 20:39

┃ Violeta Alva

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El Clásico de Leyendas que fingió como despedida del estadio Azul se vio opacado por la desorganización y los disturbios.
Lejos del buen espectáculo que se vio en la cancha, al término del encuentro el panorama cambió. Apenas se pitó el final del encuentro, algunos empezaron a brincarse a la cancha.
La ceremonia que premió a lo mejor del partido dejó de ser la protagonista. Los seguidores de ambos equipos que ya estaba en la cancha buscaron tomarse fotos con los jugadores, los primeros no lo consiguieron, pues fueron detenidos por la policía; sin embargo, la cantidad de aficionados que se brincó superó al cuerpo de seguridad, que prefirió evacuar las instalaciones.
La ceremonia terminó debido a lo sucedido, algunos jugadores que ya daban entrevistas tuvieron que meterse al vestidor para resguardarse.
Los que se quedaron en la cancha, que ya eran miles, se tomaron fotos acostados en la cancha, en las bancas, en las porterías y otros arrancaron pasto para llevárselo de recuerdo.
Algunos quitaron la red de la portería, pero fue uno quien se la llevó. Una par de mujeres intentaron que la prensa grabara lo sucedido. Un elemento de seguridad del estadio se dio cuenta y avisó en la puerta 1 para evitar que el sujeto se fuera.
Al final, los granaderos ingresaron a la cancha y desalojaron por completo la cancha, cuando el mal ya estaba hecho.