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Mira

11, septiembre 2018 - 12:21

┃ Carlos Salas

Venus

La mañana del 11 de septiembre del 2001 marcó un antes y un después en el mundo. Los atentados terroristas tuvieron epicentro en NY, pero estremecieron a todo el planeta. Dos aviones secuestrados se estrellaron y derribaron ambas torres del WTC, el mayor centro financiero del orbe, dejando cientos de muertos y una tragedia dura de recordar.

El deporte no quedó exento de la situación, y surgieron historias de vida, difíciles de creer y que ayudadas por el destino, sus protagonistas pudieron contar días más tarde.

Tres de los mejores deportistas en la historia, pudieron haber estado aquella mañana de martes en una de las torres que se vinieron abajo.

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Los primeros dos casos son los de Venus Williams y Lleyton Hewitt. Dos días antes, ambos tenistas se habían levantado como los reyes del US Open 2001.

Venus derrotó a su hermana Serena, por primera vez en una final de GS, mientras que el australiano se alzó ante Pete Sampras en sets corridos.

Como parte de la celebración posterior, la ATP y la ciudad de Nueva York tenían planeada una sesión de fotos en la torre sur del WTC el lunes 10 de septiembre. Sin embargo, las condiciones de clima y luz, afectarían el shoting. La sesión se retrasó algunas horas e incluso se pensó en posponerla para la mañana del 11 de septiembre. Por fortuna, la agenda del oceánico, no le permitía quedarse un día más y las fotos se hicieron ese mismo lunes por la tardenoche.

Pero la historia más increíble y milagrosa fue la de Ian Thorpe, multimedallista olímpicos y que se encontraba de visita en NY.

Ese martes, según cuenta el propio Ian, tenía planeadas un sin fin de actividades en la gran manzana. La agenda comenzaría con la visita a primera hora al WTC.

Thorpe salió de su hotel poco antes de las 7AM, sin embargo, tuvo que regresar por su cámara, la cual había olvidado en su habitación. Para cuando bajó de nueva cuenta al lobby, la tragedia había comenzado y el australiano se salvó de vivir muy de cerca los impactos de esos aviones.

Otra historias que se supo con el tiempo fue la del Guardia de los NY Knicks Allan Houston, quien vivía a tres calles de las torres y quedó atrapado en su departamento, en medio del polvo que cubrió la ciudad tras la caída de los edificios.