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Mira

18, septiembre 2018 - 15:01

┃ Jorge Víctor Calzada

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En el futbol mexicano, no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar. Así lo entienden en la Comarca, en el vestidor del actual campeón. Saben que para aspirar a refrendar el título de la Liga MX, será importante la manera en la que cierren la fase regular del Apertura 2018.

La primera parte del torneo fue buena para el Santos Laguna. Tuvieron a la mejor ofensiva de la competencia y al líder de goleo en Jonathan Rodríguez. Después de la Fecha FIFA, al término de nueve jornadas, son el segundo mejor aparato ofensivo y Julio Furch el máximo romperredes de la campaña. Además, el conjunto albiverde no ha perdido en su cancha (4 victorias y un empate).

“Se habló desde la pretemporada, no nos podíamos relajar. Veníamos de hacer un gran torneo, de ser campeones, pero eso no era lo importante. Ya eso había pasado, quedaba en el olvido. En el futbol es así, eres tan bueno o tan malo como el último partido”, declaró José Javier Abella, lateral derecho y capitán de los Guerreros.

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Agregó: “Santos ha agarrado esa fuerza de local que no teníamos en torneos anteriores. Hemos logrado esa conexión con la afición. Nos hemos convertido en un rival muy complicado de vencer”.

SER CAPITÁN LE AYUDÓ A MEJORAR SU NIVEL

En el marco del cumpleaños número 35 de la institución, a Javier Abella le honra poder portar el gafete santista. Más allá de que la capitanía fue sometida a votación entre Directiva, Cuerpo Técnico y jugadores, el veracruzano ya pudiera ser considerado un lagunero por adopción: canterano desde el 2008 y múltiple campeón.

“Es un gran orgullo ser el capitán del equipo. Al final, es una gran responsabilidad también, llevar ese gafete y ser el líder en una fecha tan importante para nosotros y para todos los que son aficionados al Santos”, externó.

A lo largo de su aún corta carrera (apenas 24 años de edad), Abella Fanjul ha cambiado las críticas por aplausos, mostrando cada vez más su propio potencial. Hoy día, considera que llevar el brazalete le está permitiendo exigirse más y mostrar una mejor versión de sí mismo.

“Me ayuda, en cierto modo, a estar más concentrado, ver muchas más cosas de las que veía antes. Quizá antes era enfocarme en hacer mi trabajo en servicio del equipo, y solamente eso. Ahora tengo que ver también cómo puedo resolver o hablar con mis compañeros temas dentro de la cancha; mejor funcionamiento de todos, en general. Es más responsabilidad, más concentración, mucha comunicación. Creo que sí me ha ayudado, en cierto modo, a poder mejorar mi nivel”.

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