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Mira

22, septiembre 2018 - 21:06

┃ Javier Juárez

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El pez no nadó. Alebrijes puso el anzuelo y Dorados cayó. La magia y los gritos de Diego no fueron suficientes.
Maradona sufrió su primer descalabro como técnico culichi; Emilio Sánchez se encargó de echar la caña y lograr la pesca perfecta.
Dorados perdió brillo y se estancó en su lucha por acercarse a la zona de Liguilla. El Diez regresa a su pecera la próxima semana en busca de volver a deslumbrar. Con Diego todo puede pasar.

EL PARTIDO

Tras los destellos que mostró Dorados en la presentación de Maradona, el Gran Pez buscó el mismo brillo lejos de su pecera. Diego no le movió a su elenco estelar. El “Pelusa” utilizó las mismas armas con las que molió a Cafetaleros. Julio Nava, Vinicio Angulo, Facundo Juárez y José García atacaron de inmediato.

Alebrijes se notó aturdido, el resplandor de los culichis los cegó.
El cuadro sinaloense siguió al frente. La orden del Diez fue herir.

El equipo naranja tardó en entrar al juego. Emilio Sánchez, Flavio Santos y Sergo Nápoles fueron los que más lo intentaron, pero la zaga aurea los desarmó siempre.

Amione y Nequecaur tuvieron poco contacto con el balón; eso los desesperó.

Dorados se notó mejor, sin embargo nunca pusieron en aprietos a Carlos Velázquez. El brillo y la insistencia fueron en vano.
El plantel oaxaqueño comenzó a correr más y no tardaron en nivelar el juego. Alebrijes comenzó a pisar el área culichi.
El Gran Pez bajó la intensidad, Emilio Sánchez lo aprovechó para lanzar la carnada y atrapar a los de Culiacán.
El tanto oaxaqueño provocó que el resplandor del Gran Pez se opacara.

Al estar contra las cuerdas Maradona salió de la banca y comenzó a poner orden. El Diez gritó y manoteó.
El cuadro naranja fue inteligente y movió el balón de un lado a otro. Nápoles y Garcia desarmaron los avances del rival.
La agresividad que mostró el equipo de Diego en el arranque del juego, se esfumó. Dorados nadó con mucha dificultad.
Alebrijes siguió ordenado y antes de ir al vestidor pidieron un penalti que no les otorgó el juez.
Maradona y su elenco salieron cabizbajos.

EL COMPLEMENTO

Al volver al campo la pelea fue más ríspida e intensa. Alebrijes pronto pudo incrementar la ventaja, pero Flavio erró en el área.
Rayas retrocedió algunos metros y apostó por letales contragolpes guiados por Nequecaur y Amione.

Dorados volvió a morder el anzuelo. Los culichis atacaron y descuidaron varias veces su zona defensiva.
Rayas notó que era el momento de darle más velocidad a su ataque y metió al “Chivo” Rosel.

Maradona contraatacó esa jugada con los ingresos de Jesús Escoboza y Jorge Córdoba. El mensaje del Diez fue claro. Atacar.
El juego se volvió de ida y vuelta. Los espacios y los embates fueron más. Eso lo agradeció el público.

La guerra estuvo declarada. Diego y su pez fueron por el empate sin importar recibir otro tanto.
El juego fue parejo, roces y llegadas a cada instante.

Diego echó su última carta, Pedro Rentería entró en busca del milagro. Dorados deslumbró y estuvo cerca de emparejar el cotejo.
El nerviosismo estuvo en el Tecnológico. El Gran Pez nadó con fuerza al final, buscó el empate, pero nunca llegó. La bronca sí.
Maradona y sus peces áureos fueron atrapados.