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30, septiembre 2018 - 22:40

┃ ESTO

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POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

No es milagro no es coincidencia que Sebastián Ibelles haya protagonizado lo más destacado de la tarde de ayer en la Plaza Mexico. Hizo su presentación como novillero con picadores, hecho ciento por ciento en México y concretamente en el cortijo de su abuelo; hechura de su familia, sin ir a más. Llegó y pegó: oreja, la única de la tarde, de peso pesado.

La mala pasada se la llevó el yucateco André Lagravere, al recibir una cornada en la lidia de su primer astado.

CUANDO DIOS DA…

Sebastian Ibelles se dobló toreramente ante su primer astado con la muleta y elaboró una faena que caló en el tendido, con mucho sabor. Desafortunadamente pinchó en varias ocasiones y escucha un aviso.

Se anunció que corría el turno -por el herido- por lo que de manera reglamentaria Gutiérrez debió lidiar el cuarto novillos. Pero supuestamente hubo un error en toriles -hágame usted el favor- y echaron el novillo que en sorteo tocó a Ibelles, por lo que Sebastián lidió de inmediato su segundo hasta, que hizo cuarto lugar. Gutiérrez salió en quinto y sexto.

Y haya actuación del mexiquense, ante todo con la muela, habiendo lanceado con selo. Admirable aguante de Sebastián, que ni siquiera se preocupó ni tantito por la epidermis cuando su socio se llegó a frenar con la cara arriba, casi cara con cara era la imagen.

Muy valiente y torero con un novillo que terminaba soso a más, con la cabeza arriba. Pero el torero continuó aguantando enormidades y remataba con pases de pitón a pitón. Un pinchazo y una estocada. Oreja ganada a ley que el juez supo otorgar con sano juicio y total criterio.

MÁXIMO ESFUERZO

Héctor Gutiérrez volvió a lucir su calidad y torero de altos vuelos, ya virtual matador de toros. Ante su primer novillo, con el capote se lució. Ya con la muleta hizo el toreo en derechazos y naturales de buen calado. Terminó con bernardinas. Pinchazo estocada y merecida vuelta al ruedo.

Ante su segundo quitó por gaoneras en los medios. Y más quieto Héctor con la muleta en los medios con derechazos, largos y templados, rosándole los pitones en los muslos; voltereta sin consecuencias. Dejó estocada, después de un pinchazo. Fuerte petición de oreja que el juez no concede. En el cierra plaza estuvo empeñoso, sin opción; mal matando y un aviso.

DOLOROSO

Andre Lagravere, con un novillo de Monte Caldera, cumplió con el capote. Ovacionado en el tercio de banderillas. Faena básicamente derechista, y lamentablemente recibió una cornada; se quedó a terminar su labor; pinchazo y estocada. Pronóstico reservado.