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1, diciembre 2014 - 9:59

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CORTESÍA DE MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

LA puesta en escena “Lo mejor de cada show” llegó a sus primeras 100 representaciones, y lo festejó con una función especial, el pasado sábado en el emblemático teatro Blanquita.
“Hoy (el sábado) es para nosotros una noche especial, estamos cumpliendo 100 representaciones”, explicó Germán Ortega, e invitó a subir al escenario al productor Alejandro Gou, al director Daniel Chávez y a sus dos padrinos de lujo, que los acompañarán en el “Tenorio Cómico”, como son Ninel Conde y Adal Ramones, quienes develaron la placa conmemorativa.
Además de agradecer a la asistencia, se decidió expresar su sentimiento y terminar la celebración con un “donde esté, vamos a mandarle un fuerte aplauso a nuestro ídolo, a nuestro querido Roberto Gómez Bolaños”.
Con Los Mascabrothers encabezando la lista de joyas medulares de diversión e incluyendo el talento de Albertano, Julio Alegría, El Macaco y El Costeño, lograron imbuir explosivas carcajadas en los espectadores.
Siendo de gran aceptación los temas político-sociales y sobre redes sociales que se mencionaron en la función, donde todos tuvieron su momento estelar.
Para ennoblecer el inicio del show, interpretaron su versión extraña de “Somos amigos”, con la cual saltaron al marco uno tras otro y recibieron los elogios del público ávido de diversión.
La Jitomata y la Perejila, con ese humor fino y el doble sentido que les caracteriza, envolvieron a los centenares de presentes en una sonrisa colectiva, con sus recetas de cocina para el marido, chistes de usanza renovados y un conflicto con Blancanieves, para después tomar los personajes de Frank e Igor.
El Macaco y Albertano, con temas musicales como “Vuela vuela”, donde voló por el escenario causando euforia en la gente, y “Azúcar amargo”, arrancando a la asistencia vivas al por mayor, y Julio Alegría se puso interactivo con el auditorio, recibiendo también una fuerte tanda de aplausos.
Continuó El Costeño con un monólogo sobre las redes sociales (Facebook), haciendo reflexionar de la mano del humor sobre la cantidad de tonterías que se cometen en dichas redes, como los amigos en Facebook, las selfies, las publicaciones y el tipo de perfiles, y posteriormente entró en materia de la comparativa de las generaciones presentes y pasadas, los padres y los jóvenes, la creatividad de antes contra la de ahora, obteniendo el unísono de las risas y sumergiendo aún más en alegoría el teatro.
En la culminación del espectáculo, Adal hizo referencia a que hay gente que prefiere ir al cine a ver unos churros, donde consumes palomitas, estacionamiento, dulces para los niños, y argumentó: “Venir al teatro es una maravilla, ustedes están viendo no algo que ya se filmó o un programa de televisión que ya está grabado, ustedes vienes a disfrutar del talento en vivo de estos genios del humor, que se entregan al cien por ciento, y ustedes están al mismo tiempo con ellos. Esa magia no está en el cine ni está en la televisión; está en el teatro”. Después, con tintes de humor dijo: “Qué bueno que ustedes vengan, que nos den su tiempo y su dinero y tengamos nuestra Casa Blanca”. Y terminó con la frase: “Dentro del corazón de un artista hay un grito que quiere salir y decir: véanme que aquí estoy”.
Fueron más de dos horas de goce de humor de alta calidad; diversión no hizo falta. “Lo mejor de cada show” es garantía en comedia.