Ya pasó tiempo, pero la espinita todavía no sale. Diego Reyes, uno de los sobrevivientes del penoso 7-0 que Chile le metió a México, aceptó que enfrentar a La Roja tiene un ligero sabor a revancha. Lo que sucedió en el Levi´s Stadium lo marcó para siempre.

“Todos recordamos el 7-0, ya pasó mucho tiempo, pero siempre te deja un sabor amargo”, dijo el espigado zaguero a TV Azteca.

Varios meses después “tenemos una bonita revancha, se tiene que hacer un gran partido, demostrar de qué esta hecha esta generación”, destacó.

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Diego ya tiene experiencia como seleccionado, pero “siempre hay nerviosismo cuando tienes que defender esta playera, sabemos lo que representa, los que jueguen tienen que dejarlo todo”, adelantó.

Toparse de nuevo a los mapuches es especial: “Jugar contra Chile tiene un sabor picante”, aceptó el jugador mexicano.

Diego arranca otro proceso, el último Mundial se lo perdió por lesión: “Yo estaba esperanzado de jugar en Rusia, venían cosas importantes para mí, estaba sin contrato y sin equipo, era una buena oportunidad para mostrarme, pero por algo pasan las cosas”, contó el defensor nacional.

Ya recuperado al cien y con equipo en Turquía, el canterano de las Águilas ve para adelante: “Espero que nunca más pase por algo similar, fue algo doloroso, creo que eso me ayudó a crecer y a madurar”, admitió.

SÍ AL “TATA”

El zaguero de Fenerbahce habló sobre la posible llegada del “Tata” Martino como técnico del Tricolor: “Todos conocemos a Gerardo, ya estuvo en el Barcelona, sería un honor que viniera a México, pero no tomo esa decisión”, concluyó.