POR OSIRIS MÉNDEZ

El invicto Eduardo Hernández confirmó porqué es una de las sólidas promesas del boxeo mexicano, al noquear en el segundo capítulo al colombiano Luis Díaz, en el pleito estelar de la cartelera que se disputó en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca.

Con este triunfo, el “Rocky” Hernández validó su posición en la eliminatoria por el título superpluma del WBC ante Francisco Vargas, con quien se perfila a enfrentarse en los primeros meses del año entrante.

Además, defendió por quinta ocasión su campeonato mundial juvenil del WBC, título que conquistó en abril del año pasado al vencer antes del límite al argentino Hugo Santillán.

La victoria del capitalino llegó a los 2’45’’ del segundo asalto, después de castigarlo con una seguidilla de golpes en la esquina, volviéndolo a depositar en el tapiz. El réferi Lupe García suspendió de inmediato el combate al ver las malas condiciones en las que se encontraba el sudamericano.

Previamente, en ese mismo capítulo, el local había mandado a la lona a su enemigo con un potente golpe a la cabeza; con el conteo de protección se puso de pie, pero sólo lo hizo para recibir más castigo y terminar noqueado ante los potentes golpes del tercer clasificado en las listas del WBC en las 130 libras.

Desde el asalto inicial, el mexicano conectó golpes certeros, dejando ver su intención y su firme sello de ganar la pelea en los primeros rounds y así lo hizo, con un tren de pelea que no cesó y lo llevó a terminar el combate pronto gracias a sus poderosos impactos de derecha.

El púgil de casa mejoró su hoja de presentación a 27-0, 24 antes del límite, mientras que el “Machete” Díaz se rezagó en 23-4-1, 14 noqueados.