Lo que en la previa pintaba para un partido parejo, terminó por ser una verdadera paliza de los Broncos sobre los Cardenales. Denver hizo buenos los pronósticos y con una contundente victoria de 45-10, se mantiene con una leve esperanza de enderezar el camino en una temporada que ha sido dura.

EL PARTIDO

Probablemente ni en el mejor de sus sueños los Broncos esperaban un trámite de partido tan sencillo. Lo fue en gran medida porque su defensa salió en plan grande y facilitó las acciones desde la primera serie ofensiva, al interceptar el ovoide y regresarlo a la zona de anotación.

La línea defensiva de Denver se mostró ampliamente superior a la pobre ofensiva de Arizona, situación que derivó en una verdadera pesadilla para el mariscal de campo Josh Rosen, quien finalizó el partido lesionado, con tres interecpciones, cuatro capturas y dos balones perdidos. La presión de los Broncos hizo que Rosen fuera incapaz de mover las cadenas, y solo cuando el partido estaba resulto consiguió poner puntos en el marcador, con un pase al histórico Larry Fitzgerald.

Denver supo aprovechar las circunstancias del encuentro. Ya en la previa se hablaba de que los Broncos podían imponer el juego terrestre, y lo hicieron, al superar las 100 yardas totales entre Lindsay y Freeman. Ambos corredores anotaron en una ocasión y en general tuvieron un buen partido.

Por aire, Keenum no tuvo números brillantes, al lanzar un pase de anotación y una interecepción y completar 14 de sus 21 envíos, para un total de 161 yardas. Su mejor arma a la ofensiva fue Emmanuel Sanders. El receptor acumuló 102 yardas y encima lanzó un pase de anotación tras una jugada de engaño, misma que encaminó las acciones para unos Broncos que dominaron de principio a fin.

Con esta victoria, los Broncos de Denver se colocan con una marca de 3-4, y pese a que aún están lejos de la cima, mantienen una mínima esperanza de pelear por un comodín en la Conferencia Americana.

La situación para los Cardenales es un poco más compleja. Arizona solo ha podido ganar un partido y ha caído en cinco seis ocasiones, sin embargo, son las formas lo que más preocupa en el equipo de Steve Wilks.

Denver visitará la próxima semana a los Jefes de Kansas City, en un duelo clave dentro de la división Oeste. Mientras que los Cardenales recibirán a los 49ers, en duelo de sotaneros del Oeste de la Nacional.

EL DATO

Von Miller fue el líder de la defensiva de Denver, al capturar en dos ocasiones a Rosen y generar un balón suelto.