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27, octubre 2018 - 11:15

┃ Violeta Alva

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POR VIOLETA ALVA

FOTOS ARCHIVO: FOTOTECA, HEMEROTECA Y BIBLIOTECA “MARIO VÁZQUEZ RAÑA”

Cruz Azul y América se disputan la localía del estadio Azteca, pero…

¿Quién realmente ha sacado provecho de ahí?

El regreso a su vieja casa le llegó a los Celestes como anillo al dedo. El adiós al estadio Azul fue doloroso para muchos. Varios estaban inconformes con el retorno al Coloso de Santa Úrsula, pero los números en este Apertura 2018 han despejado cualquier duda.

Actualmente, La Máquina se mantiene invicta en casa, registran marca perfecta con siete victorias, pero el buen paso va más allá del actual torneo. La última derrota como local en este inmueble se remonta hace 22 años.

El 17 de abril de 1996 los celestes se despidieron de este inmueble con una derrota. ¿El rival? América.

El Clásico Joven se vivió en la fase de cuartos de final de la Temporada 1995-1996. En ese entonces ambos equipos compartían casa, tal como sucede ahora. Cruz Azul fue local en el papel en la ida y América en la vuelta.

Parecido a lo que viven en la actualidad, los Cementeros terminaron la fase regular de 34 partidos como líderes de la competencia con 56 unidades, producto de 14 victorias, 14 empates y sólo seis descalabros; además, fueron la mejor ofensiva con 61 tantos y la mejor defensiva junto con Tigres, permitiendo sólo 38 goles. Aunque sus números como local fueron de los peores del campeonato (solo sumaron cuatro triunfos) y ahí fue donde terminaron pagando sus errores.

En aquella temporada, América jugó el repechaje, instancia en la que venció a Pumas; su primer rival en la Liguilla fue La Máquina. El encuentro de ida significó oficialmente el último partido de Cruz Azul como local, antes de emigrar al estadio Azul. Un gol de Omam-Biyik y un doblete de Luis García marcaron la derrota que condicionó la serie.

El 21 de abril se jugó la vuelta, esta vez con las Águilas de local. Francisco Palencia abrió el marcador y un autogol de Germán Villa los acercó al resultado, aunque no lograron la hazaña.

La inolvidable falla de Kalusha Bwalya es uno de los últimos recuerdos de aquella última serie cuando compartían el estadio. Cruz estaba a un gol de alcanzar en el global a las Águilas. La desesperación llevó al portero Norberto Escoponi a abandonar su marco para sumarse al ataque en un tiro de esquina en los últimos minutos, la acción fracasó y dejó a Kalusha con la ocasión perfecta para sentenciar el encuentro. El africano se enfiló a toda velocidad, pero ahogó los gritos de gol cuando estrelló el balón en el poste que estaba abierto.

Esa historia quedó atrás, pero la lucha por el territorio se llevará a cabo una vez más este sábado. Ambas aficiones buscarán demostrar cuál es la que manda en una cancha que no es capaz de admitir a ambos escudos; mientras tanto, en el terreno de juego además de los tres puntos, Celestes y Azulcremas buscarán amarrar el liderato y de paso, llevarse el orgullo.