Pedro Caixinha le guarda aprecio a Carlos “Gullit” Peña. El lusitano se fijó en él desde su etapa con los Esmeraldas de León en donde fue bicampeón y parte importante en la consecución de ambos títulos gracias a su gran capacidad y habilidad con el balón.

En su aventura por Escocia hizo que lo acompañará, para después traerlo de vuelta al balompié azteca y así repuntar su carrera en un club grande, pero no sucedió como pretendía.

El mediocampista prefirió los excesos y las malas compañías. Tras también ser relegado de los Rayos, el timonel le deseó suerte en su regreso al Rangers de Escocia, ahora confía en que muy pronto siente cabeza y vuelva a ser el mismo que conoció.

“Sí claro (me duele) y más porque tuve la oportunidad de llevarlo al Rangers y darle esa oportunidad en dos ocasiones. Existieron dos momentos con él. El primero en Escocia donde tuvo que salir de su zona de confort, de sus malas influencias en su alrededor, nos costó trabajo, pero sí recuperamos al que conocí en León.

“Cuando se regresó acá (Cruz Azul) se perdió un poquito, yo pensaba que después de esa rehabilitación y de estar en Necaxa las cosas le pudieran ir mejor como persona, pero no lo fue, ahora espero que se haga luz en su cabeza y que pueda reconsiderar todo, porque todavía está a tiempo de hacer las cosas bien”.

El jugador regresará a Escocia, pues el equipo Rangers es dueño de sus derechos deportivos. Sin embargo, la noticia causó ámpula en los seguidores del club europeo, quienes están enojados por su retorno.

Carlos Peña llegó al club escoces en 2017 por tres millones de dólares y solamente jugó 14 encuentros, en los que no propuso en el terreno de juego. Ya de nuevo en México, con Cruz Azul mantuvo un camino de irregularidad, así como también regresó a los vicios. Necaxa le abrió las puertas para una nueva oportunidad y no trascendió en el equipo, por lo que no hicieron valida la opción de compra. (Rubén Beristáin / Ramón Romero)