La euforia por la gran e histórica final de la Copa Libertadores entre River y boca se ha esparcido por todo el mundo. Desde Argentina, hasta Japón, pasando por África, Europa y por supuesto, México.

Nuestro país no queda exento del entorno de los que probablemente sean, los partidos más importantes en la historia del futbol a nivel de clubes. Y es que, aunque fue muy corta y poco recordada, hubo dos jugadores mexicanos que tuvieron su historia en el Millonario y el Xeneize. Alberto García Aspe y Luis Hernández.

LA PESADILLA DE BETO

Desde un inicio, pareció ser una decisión equivocada de Beto. Recién había salido campeón con Necaxa, era junto con Jorge Campos, el máximo referente de la selección mexicana, todo iba bien en su carrera, hasta que un día se animó a voltear hacia el sur y emprendió un tormentoso viaje a Argentina.

García Aspe fichó con River en 1995, y desde el primer día, comenzó la terrible pesadilla.

Pese a que el club había pagado un alto precio por el préstamo del mexicano y un sueldo arriba de lo habitual para esos tiempos en la liga pampera, el DT del Millonario, Ramón Díaz, aseguró que él no había pedido la contratación y el “Capi” fue borrado por el Pelado.

Beto apenas jugó 5 partidos, bajo la presión de una afición más que exigente y los reflectores de la complicada prensa argentina. Cómo era de esperarse, volvió a México cuanto antes y retomó su lugar en la élite del balompié azteca.

LUIS HERNÁNDEZ: DE  “MATADOR” A PÁJARO

Maradona lo vió jugar, le agradó y lo recomendó. Uno de los personajes más reconocidos del continente por su extravagante look, y su indudable capacidad goleadora, fue Luis Hernández, quien en 1997, fichó para Boca.

Su gran parecido con uno de los ídolos del cuadro Xeneize, Claudio Caniggia, levantó mucha expectativa. Fue presentado con bombo y platillo, pero poco duró la fiesta para el mexicano.

Unos días después de su arribo, El “Bambino” Vieira lo relegó de la Liga por tener lleno el cupo de extranjeros, limitando al “Matador” a jugar la Supercopa, donde debutó con el pie derecho, marcándole a Colo Colo en La Bombonera.

Pero el desastre vino en la siguiente ronda. El cuadro Bostero fue eliminado, Luis de quedó sin competencia dónde ver actividad y así, sin pena ni gloria terminó su aventura por el barrio de la Boca.