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Mira

25, noviembre 2018 - 21:37

┃ Miguel Angel García

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El ganado en general brindó pocas y muchas opciones para el triunfo, toda vez que algunos se dejaron más que otros, permitiendo momentos para el lucimiento de los toreros. Los de Reyes Huerta, propiedad de José María Arturo Huerta, fueron los siguientes para rejones: Mi Preferido, de recorrido corto. Espartano, escaso juego. Y para los toreros pie: Bien Querido, el mejor toro de la tarde, muy bravo, aplaudido en el arrastre. Orgulloso, enrazado y áspero.

Mientras que los toros de Arturo Gulio, encaste Parladé: Dos Amigos, parado, áspero. Tocayo, de más a menos. Una lástima que esta ganadería decidiera venir, de entrada, con cuatro toros para hacer su debut, y para malas, terminó debutando solo con dos astados. Esperamos muy pronto ver al hierro pisar La México con menos prisa, con un encierro completo, con toda la categoría como lo merece.

La tercera corrida de la Temporada Grande en La Plaza México presentó a tres toreros que han protagonizado una tarde digna, de mucha emoción y vergüenza torera. Cortaron orejas el rejoneador Andy Cartagena y el matador Leo Valadez, mientras que Arturo Macías se fue en blanco, no sin haber dejado la vida ante sus dos toros y haciendo la faena de la tarde al segundo de su lote. Los tres han estado muy toreros, poniendo el extra que les falto a sus toros.

 

CLÁSICO

Andy Cartagena tuvo dos actuaciones plenas, la primera de corte más clásico, mientras que en su segunda tuvo que hacer gala de la alta escuela de sus caballos por no contar con materia prima.

Al primer toro de su lote le dejó certero rejón de castigo y con las banderillas se lució con piruetas en muy corta distancia por las condiciones del astado. Continuó Andy haciendo gala de rejoneo adornándose con sus monturas, sin tanta parafernalia, más apegado al rejoneo clásico. Muy elegante y sobrio, haciendo maravillas con un toro que no tuvo un recorrido soñado, sino de viaje corto y que un par de veces alcanzó los cuartos traseros de las monturas. Pinchó su labor, una pena.

El segundo toro de su lote había salido con mucha carrera, pero tras el rejón de castigo el toro se apagó en gran medida en todo sentido. Andy tuvo que hacer la labor completa, acortando terrenos con sus monturas para provocar la embestida de astado y haciendo gala de espectáculo ecuestre para ponerle emoción a su actuación, ya que su socio no dijo nada y había que poner el condimento con dos levadas haciendo caminar al caballo con los cuartos traseros varios metros. Dejó banderillas largas y cortas, para ahora si coronar de certero rejonazo. Estupenda labor del centauro, que estuvo por encima de su socio. Petición de oreja que se concede.

 

GRAN FAENA

Ante su primer toro, Arturo Macías cuajó verónicas con mucha trasmisión por la pronta embestida del astado. Y en esa tesitura de bravura, el toro fue codicioso en las tres primeras tandas de muleta, embistiendo con suma raza y clase, a lo que Macías se dio vuelo alto para ejecutar tandas de mucho impacto. Tras un desarme cambió a mano izquierda para proseguir en ese mismo aire, alegrando a la romería. Extraordinario toro y torero, ambos entregándose en una faena de mucho carácter y raza. Previos adornos, remató su faena con manoletinas ceñidas y de no haberlo pasaportado sin pinchazo le corta las orejas, previo aviso. De cualquier forma, la faena de la tarde había tenido su firma

El segundo de su lote, de Arturo Gilio, no tuvo el recorrido ni la calidad para el toreo lucidor; Macías tuvo que hacer una labor entre cortada, arrimándose a más para encelar al astado que pasaba más a la fuerza y pegando gañafonazos. Arturo le dio todas las ventajas, estando por encima y extrayendo muletazos de alto grado de dificultad. Mal matando.

 

EN GRAN PLAN

Leo Valadez intentó el saludo capotero a la verónica sin eco alguno ante su primer toro; quitó con idea más clara por chicuelinas, aunque apretado en el remate. Nada fácil el astado de Leo, que tuvo la particularidad de echar la cara arriba en su viaje, lo cual no fue fácil cuadrar, amén de que el recorrido lo tenía muy corto y ni hablar de los derrotes. Leo no se achicó y dejó ver sitio, firmeza, extrayendo pases de mucho mérito, sabiendo que en todo momento el toro le pudo haber echado mano. No fue una labor larga, no había mucho que extraer para lucirse; lo pasaportó de una estocada soberbia.

En su segundo, ahora sí, excelentes lances a la verónica, que remató de una media de pintura. Y quitó tras la puya con estrujantes zapopinas para rematar a una mano de hinojos, muy espectacular. Se animó a poner las banderillas, ejecutando el tercio magistralmente. Comenzó bien el toro, mostrando bravura y recorrido, aunque de inmediato se fue a menos, regateando las embestidas. Esto ya no permitió a Leo redondear su faena y decidió no alargar más su labor. Remachó de Bernardinas para despachar de estocada fulminante. Petición de oreja que se concede. Bien ha estado Leo, asentado en sus formas.

 

A DESTACAR

Minuto de silencio a Chito Muñoz, por su sensible fallecimiento esta semana. Tras el paseíllo, todos los protagonistas del ruedo invitaron a la marcha pacífica mañana a las 10:45 en el

Monumento a la Revolución. Estuvo como sobresaliente del rejoneador el matador Jorge López.

 

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