No sólo lo imaginaron, también lo lograron. El Tricolor Femenil Sub-17, dirigido por Mónica Vergara, ya hizo historia al llegar a la final del Mundial de la categoría, pero entre las seleccionadas no se conforman y van por más. La unión que han creado en el grupo azteca ha sido de vital importancia en sus aspiraciones y hoy, ilusionan a todo México con un título.

“Mi primer saludo con ellas es cruzar nuestras manos en círculo y hay una palabra que menciono, que es un saludo maya, lo que significa que cada una es una extensión de mí, y ellas en respuesta me dicen otra palabra que dice que yo soy una extensión de ellas”, mencionó con singular alegría.

La estratega vive un sueño. En su vida dentro del futbol vivió momentos complicados e imposibles de olvidar. Hay una fe poderosa que la caracteriza, misma que la ha llevado a sobreponerse de cada obstáculo. Es un hecho que logró transformar un grupo de trabajo en una familia y con esa esperanza está cerca de alcanzar la gloria.

“Es muy importante ser agradecidos y siempre damos gracias a Dios por permitirnos estar aquí representando a nuestro país. Tenemos muchos símbolos, a cada una la puedo definir con una palabra, cada una tiene un saludo conmigo, cada una de ellas representa algo único, súper importante que le aporta al equipo y creo que, el agradecimiento a Dios, a la Virgen, a lo que cada quien crea, es este momento, es reunir esa energía tan positiva y mágica que las haga conectar con lo más esencial de ellas”.

El conjunto mexicano disputará la gran final este 1 de diciembre contra su similar de España. Buscarán sorprender al mundo entero. Está en sus manos ser las primeras campeonas en la historia de la justa mundialista.