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1, diciembre 2018 - 18:53

┃ ESTO

AZUL

CRÓNICA

La Máquina sigue con su marcha a todo vapor con rumbo al título que ponga fin a la sequía que los agobia desde hace 20 años. La etiqueta de favorito con la que marchan en esta Liguilla la han hecho valer con un futbol sobrio y efectivo del cual hacen gala, y anoche, con la certeza de que la tarea la habían hecho desde Querétaro, sobrellevaron a medio gas la vuelta contra Gallos y con una acción de antología de Elías Hernández, sellaron el boleto a la siguiente ronda, en la cual ya esperan rival.
El VAR volvió a dar de que hablar en la Liguilla tanto en gol de Luis Romo que concretó el empate a uno como en un penalti que tras la revisión no se marcó para los Cementeros.
El azul pinta con más intensidad que nunca y a ilusión de la novena cada vez toma más forma.

EL JUEGO
Con más de la mitad de la obra realizada a media semana en Querétaro, Cruz Azul se presentó en el estadio Azteca para sellar su boleto a la semifinal y levantar la mano como el principal candidato al título de Liga.
La necesidad por el marcador global era de Gallos. Esto quedó de manifiesto desde la arriesgada formación que mandó al campo Rafael Puente, con solamente dos mediocampistas fijos y tres delanteros para buscar los goles que tanto le urgían y soñar con una remontada que parecía más que imposible.
Si la cosa ya estaba cuesta arriba para la visita, Elías Hernández se encargó de ponerle el último clavo al ataúd queretano. Con un golazo, el mediocampista celeste levantó a la parcialidad local de su butaca para celebrar con todo su pinturita. El “Patrullero” recibió un cambio de juego, movió la pelota, amagó dentro del área y tiró el recorte hacia adentro para posteriormente, pegarle con la parte interna y mandarla a guardar a segundo poste. Así pitaba La Máquina.
Por voluntad poco y nada se le puede recriminar a Querétaro; sin embargo, las limitantes que exhibieron a lo largo de los 180 minutos terminaron por ser un factor para su eliminación. Y es que una y otra vez buscaron la forma de romper a la zaga azul, mas chocaron siempre con ese muro de concreto que pocos han logrado romper en el semestre.
Disparos de media distancia, centros al área, pelotazos frontales. Todos los intentos de los emplumados eran inútiles y Jesús Corona vivía un día de campo en su sector al no ser exigido en lo más mínimo por su oponente.
Los Cementeros, que durante un gran lapso se dedicaron a sobrellevar las acciones, tuvieron la opción de aumentar la ventaja cuando Edgar Méndez se escapó solo en un contragolpe. Alvarado lo habilitó de gran forma, aunque al final el español nunca tuvo un ángulo propicio y su remate se fue por encima.
Sin despeinarse, Cruz Azul se fue al descanso con la certeza de que solamente 45 minutos más lo separaban de la antesala de la final.
Con poco futbol, pero con el orgullo como motor para seguir de pie, Gallos encontró de la mano de un error cementero su primer gol de la serie. Fue un tiro de esquina rebanado dentro del área por Aldrete. Luis Romo vio el tornillo de su contrincante y se levantó para conectar con un testarazo que Corona manoteó, pero dentro de su meta. De inicio, el árbitro dejó correr, dado que no vio que el esférico rebasara la línea de gol. Ahí donde intervino el VAR para dar por buena la jugada y el tanto visitante.
La cosa no quedaría ahí con el videoarbitraje. Edgar Méndez cayó en el área y Pérez Durán no dudó en marcar la pena máxima. En medio de los reclamos, la señal del VAR llegó para el silbante, quien a pesar de tardar en dictaminar, decretó una falta previa que invalidó el cobro desde los once pasos.
Entre las dos revisiones, el partido se alargó mucho más de lo pensado. En todo caso, no hubo nada más que contar. Cruz Azul, a medio gas, selló el pase a la siguiente ronda y es más favorito que nunca.

GOLES

ACCIONES


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