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Mira

4, diciembre 2018 - 19:13

┃ Javier Juárez

Ivan-Marcone-LGR

La locomotora celeste llegó a su siguiente estación. Cruz Azul paró en Monterrey por segunda vez en el semestre.
La Máquina aterrizó en el aeropuerto Mariano Escobedo sin ningún contratiempo.

El pasillo del lugar se tiñó de azul por varios minutos, un grupo nutrido de seguidores cementeros se acercó a la terminal aérea para ver de cerca a sus ídolos.

El vuelo llegó, los jugadores se acercaron a las bandas para recoger sus maletas y casi de inmediato arrancó el desfile azul.

Pedro Caixinha lideró al grupo, el portugués fue abordado por la gente y repartió todas las firmas que pudo.
Atrás del luso apareció Martín Cauteruccio, el “Cata” Domínguez y Milton Caraglio. Los tres caminaron de prisa, peo fueron amables con los presentes.

Roberto Alvarado, Édgar Méndez y Pablo Aguilar acapararon a otro grupo de seguidores. El “Piojo” fue el más solicitado.

La algarabía continuó al ver la silueta de Jesús Corona, Chuy es de los más queridos y no dudó en corresponder ese cariño.

La pasarela siguió con Elías Hernández, Adrián Aldrete, Rafael Baca, Martín Zúñiga. Los mexicanos también repartieron selfies.

Iván Marcone fue de los últimos en salir, el volante cementero fue rodeado por la multitud. Él atendió a todos.
La fila la cerró Ricardo Peláez, el directivo celeste fue recibido entre aplausos y gritos emotivos.
Ya con todo el plantel arriba del autobús, el vehículo arrancó y se dirigió al hotel de concentración,
Cruz Azul llegó, la Máquina ya pitó en suelo regio.