POR MANUEL GÓMEZ C.
FOTOS: JORGE BARRERA

DE un solo trago, el “Quick” le ha puesto sabor a la Liguilla con esa magia futbolística que había exhibido a cuentagotas. El doblete que aporta a la causa azulcrema tiene a las Águilas en la antesala de la gran final, como serio aspirante al título. Noche de ensueño, en el momento justo, para Luis Ángel Mendoza.
“Previo a cada partido sueño con ganar, con hacer goles”, dice el hábil mediocampista, en exclusiva para ESTO. “En algunas ocasiones se puede, en otras no, pero esta vez fue una noche maravillosa, una noche para el ‘Quick’, y me tocó la suerte de hacer dos goles”, celebra, mientras presume el conejito, con la prenda amarilla del América, que simboliza al personaje dientón, que ha adoptado orgulloso como sobrenombre.
Justo frente a Monterrey, en semifinales, ha sido la primera vez, en el actual certamen, que aporta un par de dianas para las Águilas. Mejor momento no podía haber llegado para semejante consagración.
“Lo bueno es que esos goles nos ayudaron para ganar”, agrega satisfecho. “Mas ahora hay que seguir trabajando”.
Y es que el “Quick” no se conforma, quiere más. “Siempre tienes el deseo de participar con un gol para ganar, y afortunadamente se dio”, comparte el entrevistado, hoy héroe de los amarillos, decidido a no perder el piso.
“Estamos contentos, pero la serie aún no termina”, previene el inspirado futbolista. “La ventaja con la que hemos regresado a casa es importante, pero tampoco nos sentimos finalistas, porque falta un paso”, asegura. “Es cierto que dimos un paso importante a la final, pero hay que consolidarla este domingo”.
Mientras tanto, “hay que seguir trabajando, no caer en confianzas y no sentirnos ni los mejores, ni los peores, cuando perdemos”, resalta. “Dimos un campanazo, pero todavía falta. Ganar da tranquilidad, aunque tampoco nos sentimos relajados, y repito mucho, nunca caer en confianzas”, resalta, poco antes de darle un gran sorbo a su delicioso chocolate.