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Mira

12, diciembre 2018 - 16:09

┃ EFE

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Foto: Reuters

Pep Guardiola tuvo dos motivos para echarse las manos a la cabeza; el primero, las incontables ocasiones falladas por el City y dos, las maravillas de Leroy Sané, que con dos goles, uno de ellos en un zapatazo de falta, dio la victoria al Manchester City ante el Hoffenheim (2-1).

Los ‘Sky Blues’ acaban primeros de grupo y estarán en octavos de final después de un partido que los de Guardiola empezaron perdiendo con un tanto de penalti de Andrej Kramaric y que remontaron con un doblete de Sané que se antojó corto para la cantidad de goles prácticamente hechos de los que dispusieron lo celestes.

Al City le hacía falta un punto para certificar la primera plaza, pero salió a ganar. Con lo que quizás no contaban es con que el Hoffenheim le iba a poner mucha más intensidad de inicio y los iba a superar en ganas y en puntería.

Ederson evitó, con una espléndida palomita, que la rosca de Kramaric acabara dentro, pero el córner posterior le pasó factura a Laporte.

Un rebote en la frontal fue devuelto dentro del área. El defensa Hubner controló y Laporte le hizo una entrada, cometiendo penalti.

Kramaric definió la pena máxima al centro y adelantó a los de Julian Nagelsmann.

El City volvía a estar en apuros, pero disponía de más de 74 minutos para voltear el marcador.

Se pusieron manos a las obras y dispusieron de todas las ocasiones que no tuvieron contra el Chelsea el pasado fin de semana en la Premier.

Gabriel Jesús remató un córner al palo, John Stones, solo en el área pequeña, cabeceó una falta lateral a las manos del portero, y, entre Joelinton y Nicolás Otamendi, enviaron un balón al larguero de la portería defendida por Oliver Baumann.

La puntería que reclamaban los ‘Sky Blues’, la estrelló en las redes Leroy Sané. El alemán, al borde del descanso, sorprendió con una falta situada a unos 35 metros de la portería. Sané le pegó con el empeine interior, de forma seca y esquivando la barrera por arriba, fuera del alcance de Baumann.

Guardiola reaccionó en el descanso y retiró del lateral derecho a Stones para meter a un carrilero puro como Kyle Walker.

Al Hoffenheim sólo le valía con la victoria para poder soñar con algo en forma de Liga Europa y se fue arriba con todo. El City volvió a encontrar las cosquillas a balón parado y Laporte tuvo el gol, en una jugada de dos remates seguidos en los que se estrelló en el portero alemán.

El conjunto alemán comenzó a romperse y a dejar muchísimo espacios atrás, lo que contra un equipo rapidísimo arriba como el City es mortal.

Sólo la poca clarividencia en ataque salvó a los alemanes cuando Sterling, Sané y Bernardo Silva se plantaron en un tres contra uno contra el portero. Sterling lo hizo perfecto, se la dejó a Sané y el alemán, en lugar de disparar, enredó la jugada y se la colocó a Bernardo, que se quedó sin espacio para batir a Baumann.

Guardiola se desesperó en el banquillo y se echaba las manos a la cabeza sin creerse lo que estaban perdonando.

Pero con el Hoffenheim roto, el gol era cuestión de afinar la puntería. En otra contra mortal. Sterling volvió a filtrar un gran balón para Sané y esta vez el alemán no falló. Su control, con ciertos trompicones, desestabilizó a Baumann y le dejó rematar casi a puerta vacía para delirio del Etihad.

Con la victoria, el City suma trece puntos y pasa como primero de grupo, enderezando la situación europea después de empezar la fase cayendo en casa contra el Lyon. El Hoffenheim, por su parte, queda como colista del grupo.

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