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16, diciembre 2018 - 9:17

┃ AFP

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Foto: Reuters

El fútbol mexicano llegó al Mundial de Clubes con las mismas ilusiones de cada año y terminó con la decepción de cada mes de diciembre: las Chivas de Guadalajara no pudieron terminar con la ‘maldición’ que sufre su país en este torneo de la FIFA.

México puede presumir de haber estado en todos los Mundiales de Clubes disputados hasta ahora con una única excepción, el de 2005, en el que fue el Saprissa costarricense el que representó a la zona Concacaf.

Ningún país ha contado con más presencias en el Mundialito, pero ninguno de los equipos mexicanos ha conseguido alcanzar el sueño de la gran final.

Las mejores actuaciones del país han sido los terceros lugares de Necaxa (2000), Monterrey (2012) y Pachuca (2017), pero en hasta seis ocasiones, contando la de este 2018, el representante mexicano ha caído a las primeras de cambio en los cuartos de final y ni siquiera ha llegado a las semifinales.

Es lo que le ocurrió a Pachuca en 2007 y 2010, al Monterrey en 2011 y 2013, y al América en 2015. Chivas se suma a esa lista, en su primera participación en un Mundial de Clubes.

“Estamos avergonzados, estamos en el club más grande de México y no se ha conseguido lo que queríamos. Lo siento sobre todo por la gente, especialmente por los que han venido hasta aquí”, reconoció el entrenador de las Chivas, José Saturnino Cardozo, en la conferencia de prensa posterior al partido del sábado.

Su tono serio contrastaba con la ilusión que había mostrado en la comparecencia de la víspera en ese mismo lugar, confiando en poder superar el obstáculo del Kashima Antlers para poder demostrar al mundo la valía de los jugadores mexicanos y la vigencia de la filosofía de las Chivas de contar sólo con jugadores nacionales.

“Llegamos con una ilusión enorme, para superar la ronda y continuar con el sueño. En México se juega muy bien al fútbol y queremos demostrarlo”, había afirmado.

A las Chivas ahora sólo les queda luchar con el Esperance de Túnez, el otro derrotado de los cuartos de final, por el quinto puesto, en un duelo el martes de nuevo en Al Ain.

– Dificultades para Cardozo –

Como cada diciembre, toca pensar en las posibles causas que hacen que en cada Mundial de Clubes un país de fútbol como México se vea superado, en ocasiones por formaciones de mucha menor tradición en este deporte.

El título de la Concacaf es el primero que se decide en el año natural, en este caso en abril, antes incluso que el de Oceanía, que fue en mayo, y que el de Europa, también en mayo.

Muchas cosas han cambiado desde entonces para las Chivas, empezando por su entrenador, que entonces era el argentino Matías Almeyda, actual técnico del San José Earthquakes de la Major League Soccer (MLS) estadounidense.

El paraguayo Cardozo llegó después y su andadura no ha cumplido por ahora las expectativas.

En el Torneo Apertura no consiguió entrar entre los ocho mejores de la liguilla para pelear por el título.

Eso dejó a Cardozo más tiempo para preparar el Mundial de Clubes, pero finalmente se acusó un cierto ritmo competitivo, con un equipo con tres semanas sin partido, ni siquiera amistoso.

“Acá el único responsable soy yo, los muchachos hicieron un gran esfuerzo”, insistió el entrenador tras el partido.

En el plantel, a su paso por la zona mixta, los rostros serios dominaban.

“No sé qué paso”, admitió el defensa Josécarlos Van Rankin. “Nos vamos con la cabeza muy baja”, admitía Alan Pulido, resumiendo el sentir general.

Con el fracaso de este 2018, a México le toca pensar en la Liga de Campeones de la Concacaf de 2019, donde Monterrey, Santos Laguna, Tigres UANL y Toluca aspiran al título continental y con ello a buscar la gloria mundial que tanto se le resiste al país azteca.

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