Lo que se propone lo consigue a través de su consigna: “Hay que saber actuar en la hora cero; hay que darlo todo y no quedarse con nada en la competencia”.

Con esa arma de guerra cimentada en su mente, el juvenil Edson Ramírez conquistó los Juegos Centroamericanos de Barranquilla y los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires, en el tiro deportivo.

Gracias a su perseverancia, a la disciplina inculcada desde su casa a la edad de 5 años cuando comenzó en el deporte, ahora es un referente de esta disciplina a nivel nacional e internacional.

Apodado el “Chino”, en el 2017 hizo la promesa de pertenecer a la selección y conquistar preseas. Mismas que comenzó a lograr en el 2018, y a sus 18 años de edad, ya tenía en su palmarés tres medallas de oro logradas en Barranquilla y plata en Argentina, en carabina de aire a 10 metros.

Así cierra un año exitoso donde su mente regresa a su niñez, al futbol que practicaba en su natal Tamaulipas. Además del beisbol que también formó parte de su vida al ser ahijado del famoso pelotero Ismael “El rocket” Valdez.

“Me apliqué porque deseaba estar en la selección, y en enero de este año se me cumplió, de ahí en adelante le eché muchas ganas para clasificar a los principales eventos como Centroamericanos y Juegos Olímpicos. Ahí los resultados fueron buenos y eso me da la pauta para continuar el año entrante a seguir logrando mis objetivos”.

Para el 2019 está el selectivo para volver a formar la selección y los Juegos Panamericanos, donde desea ser parte y alcanzar preseas, ya que es una persona bien concentrada, madurando en cada competencia y exigiéndose él mismo cumplir sus metas.

“Me gusta lo que hago. A pesar de que me sigue gustando el futbol y el beisbol. Pero en el tiro deportivo encontré una gran pasión. Gracias al apoyo de mis familiares he sabido escoger este camino del que busco salir triunfante. Falta aprender, pero estoy en un buen momento para lograr más cosas. No me presiono porque esto me fascina”.

A su corta edad, pero de 1.70 metros de estatura, Edson ya sueña en Tokio 2020. Lo cual sin dudad que estará porque cada perfecciona sus tiros y sus sueños. Además de que ya sabe lo que es enfrentarse a los mejores del mundo.

“Estoy feliz porque lo logrado me ha ayudado a saber que los rivales también son importantes. Por eso no dejo de entrenar cada día, porque quiero entre los mejores”, manifestó el rifleteró.