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Mira

5, enero 2019 - 22:36

┃ ESTO

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Ya le hacía falta un partido grande a Dak Prescott y no se le podía ocurrir un mejor momento para sacar su mejor versión.

El pasador de los Vaqueros al fin respondió a la confianza que depositó la franquicia en su brazo derecho y de su mano se clasificaron a la ronda divisional de la Conferencia Nacional tras derrotar, 24-22, a unos Halcones Marinos de Seatle que fueron víctimas de sus propios errores.

Dallas consiguió su primera victoria en postemporada desde el ya lejano 2014 y ahora esperan por su rival en la siguiente etapa, que saldrá entre Santos de Nueva Orleans o Carneros de Los Ángeles.

 

EL JUEGO

Se esperaba una batalla de estilos similares en el AT&T Stadium y eso fue justamente lo que aconteció.

Las defensivas impusieron condiciones en grandes lapsos del juego donde los ataque terrestres, a priori los puntos fuertes, fueron limitados en mayor medida de lo presupuestado.

Por más que tanto Dak Prescott como Russell Wilson lograban mover las cadenas, al final se tenían que conformar con intentos de goles de campo, el primero para Dallas y los dos siguientes para Seattle, hasta que a falta de dos minutos para que terminara la primera mitad, el pasador de casa se conectó en la zona prometida con Michael Gallup para darle la vuelta al marcador (10-6).

La visita tendría la primera oportunidad en el complemento, pero fue hasta la segunda cuando lograron mover la pizarra tras una serie al fiel estilo de Pete Carroll y sus pupilos. Se la jugaron en cuarta y siete, Doug Baldwin protagonizó la jugada del partido, y Wilson se encargó de llevar el ovoide hasta el touchdown con un acarreo de cuatro yardas.

El recinto texano parecía un cementerio, faltaba el último cuarto y los fantasmas de la eliminación estaban latentes. Pero Prescott se encargó de esfumarlos. Para bien o para mal, Dallas llegará hasta donde su quarterback aguante. Llevó a su equipo en tres ocasiones hasta la zona roja en el último episodio, dos los terminó con touchdown y en la otra ocasión fue interceptado. La serie del triunfo es toda de él. Cuando no le da su brazo, sus piernas terminan salvándolo.

A los Halcones Marinos los acabaron sus propios errores. Un par de castigos en el último cuarto sellaron su eliminación. Todavía iban a tener una última oportunidad tras la anotación de J.D. McKissic, pero la lesión de Sebastian Janikowski terminó por jugarles una mala pasada. Necesitaban recuperar una patada corta, pero su suplente sencillamente entregó el compromiso.

¡Dallas vuelve a la ronda divisional!

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