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Mira

13, enero 2019 - 22:50

┃ Miguel Angel García

nota-toros

Había caído el cuarto toro de la tarde cuando comenzaron a caer las primeras gotas, para el sexto astado ya estaba un chubasco en todo su apogeo. El festejo estaba muy a menos, algunas personas se fueron a los palcos, otros mejor se retiraron. Pero Gerardo Adame tenía un plan y vaya que supe ejecutarlo, ya que salió decidido a triunfar sin importante las condiciones del ruedo y la lluvia intermitente. Consiguió una actuación vibrante, repleta de entrega y grandes deseos de que las empresas lo volteen a ver, convenció al público que también se le entregó, en definitiva, ha pegado un fuerte manotazo en la mesa y se apunta para el festejo de la Oreja de Oro que se realizará el próximo 10 de febrero. Ahí está otro gran torero que merece más oportunidades.

Décimo primera corrida de temporada en La Plaza México, en la que se despidió el matador Federico Pizarro ante el toro Don Gustavo, que fue muy bueno y terminó cortándole una oreja; por su parte, Fermín Rivera, pechó con lo menos potable.

GANADO

De San Mateo, en el siguiente orden: Don Nacho, descastado. Don René, enrazado, aplausos en arrastre. Don Antonio, áspero. Don Gustavo, bueno, con calidad, nobleza y recorrido, aplausos en el arrastre. Don Diego, descastado. Don Toño, se dejó muy bien.

 EMOTIVA DESPEDIDA

La Asociación de Matadores le entregó un reconocimiento a Pizarro tras el paseíllo. Su primer toro se le colaba por pitón izquierdo y por derecha tenía poco recorrido, lo que desdibujó la labor del torero, quien no se cansó de buscarle. Pinchazo y estocada.

Mejor toro su segundo, con nobleza y calidad, de buen recorrido. Pizarro le hizo una labor excelente, al son de Las Golondrinas, lo toreo acompasadamente, con pases de muy buena manufactura ante un público que le coreó y despidió con cariño. Estocada entera para cortar una merecida oreja. Dio la vuelta al ruedo emotivamente para que finalmente el añadido se lo quitará su padre.

 SIN SUERTE

Fermín Rivera, verónicas como apertura de su labor y tumbo espectacular al picador. No tuvo al mejor toro, de hecho, su socio careció de calidad, tuvo mucha raza y no fue fácil domeñarle la embestida; pocos pases. Mal con espada, aviso. Su segundo astado no brindó posibilidades para el lucimiento del torero, por más que buscó pases no encontró respuesta del descastado animal.

ALZÓ LA MANO

Gerardo Adame inició con una brega magistral para hacerse de su primer astado que había salido con muchas patas. Con la muleta el toro tuvo una embestida bastante áspera, tirando gañafonazos y siempre con la cara arriba. Gerardo le puso empeño a su labor, extrayendo pases de gran mérito por los terrenos comprometidos que siempre pisó. Concluyó de manoletinas muy expuestas, rematando una actuación muy digna. Mal con espada, un aviso y salida al tercio con fuerza.

Bajo tremendo chubasco Gerardo enfrentó al cierra plaza, animado y con muchos deseos. Se fue al centro del ruedo a jugarse la vida al citar y cuajar un espeluznante pase por la espalda, luego siguió ahí mismo para darse a torear con una entrega sin igual, ya con un ruedo echo lodazal. El toro no tuvo malas ideas y aunque resbalaba en ocasiones, no dejó de ir a la muleta con cierta calidad. Adame lo toreo de maravilla, con un sitio sorprendente y unas ganas de sobresalir que van más allá de lo que estamos acostumbrados a ver en el ruedo de La México. El público estuvo en todo momento con Gerardo, quien desbordó actitud sin jamás desdibujarse pese a las condiciones del tiempo. Manoletinas como colofón para dejar una estocada que no bastó por lo que usó el descabello. Perdió la