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Mira

27, enero 2019 - 22:29

┃ Miguel Angel García

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Los toros de la ganadería jalisciense de Villa Carmela, propiedad de Eduardo Arena, en general tuvieron la calidad y la nobleza para las faenas bonitas, pero no terminaron de romper en acometividad; los dos de Antonio Ferrera se dejaron meter mano mucho mejor, amén que el diestro hispano los hizo a su toreo brillantemente. El diestro de dinastía, Diego Silveti, escenificó una enrazada labor ante el segundo de su lote, el cual tuvo una embestida violenta y al terminó de la labor, al estar toreando por bernardinas, muy comprometidas, no se salvó de un fuerte arropón y en la tunda que le propinó el toro le atestó una cornada en la pantorrilla izquierda; al final de festejo, Diego salió en ambulancia de la plaza. Por su parte, Arturo Saldivar tuvo el santo de espaldas y no consiguió asegundar su pasado triunfo; su segundo toro se lesionó los cuartos traseros en el tercio de banderillas, por lo que fue apuntillado en el ruedo y por regla hasta ahí culminó la labor del torero, de tal manera que Saldívar anunció uno de regalo, que fue reserva de Xajay y no se prestó.

GANADO

Villa Carmela: Agradecido, débil, con calidad y nobleza. Animoso, falto de codicia, noble. Buen Amigo, rajado, embestida descompuesta. Luna Llena, con fuerza para el caballo, con calidad, poca codicia, aplausos al toro en el arrastre. San Juanero, lesionado y fue devuelto. Soñador, embestida violenta.

VOLVIÓ A CAUTIVAR

Antonio Ferrera recibió con lances a la Verónica de hermosa filigrana para rematar de una media de postal; bregó con todo conocimiento del terreno para quitar con la capa a la espalda y al paso.

El toro mostró su falta de fuerza en la muleta, pero no fue problema para Ferrera, ya que lo llevó pausadamente y con mimos, sin prisas, llevando siempre la muleta a la altura de su cintura. Pudo extraer tandas por derecha con pases templados y por izquierda tuvo más hondura el trazo por la lentitud del toro. Fue idóneo el socio para la propuesta de Antonio, quien lo entendió perfectamente, ya que el de Villa Carmela se dejó meter mano sin problema, mostrando calidad y nobleza. Remató con trincherillas y desdenes como adornos, lástima que marró con el acero y hasta un aviso escucho. Al final la gente lo llamo al tercio para tributarle ovación.

Ante su segundo toro, excelente puya de Alfredo Ruuíz, de tal manera que, como pocas veces, el picador salió al tercio previa autorización del matador, para recibir la ovación.

Vaya que hizo valer en gran medida al socio, Ferrera fue sobando al astado para extraerle pases de una largueza sin igual, bajándole la mano a más, ya que el toro, aunque poca codicia, cuando se animaba en embestir lo hacía con una calidad increíble. Ha sido una labor muy cerebral, en la que Ferrera mostró su nivel de maestría y exprimió hasta lo último al toro. Enorme partido que le sacó y muy largo trasteo. Estocada de efectos retardados, aviso y dos orejas a petición.

NO PUDO ASEGUNDAR

Arturo Saldivar le puso empeño y toda entrega a su labor, misma que no tuvo impacto en los tendidos derivados de la escasa transmisión de su socio; no es que el toro haya sido malo, tuvo nobleza y calidad, pero careció de esa bravura que emociona. Silencio.

Ante su segundo le puso colorido a su intervención de capa con una larga cambiada de hinojos y lances que buscaron convencer. En el tercio de banderillas el toro se lesionó los cuartos traseros, por lo que tuvo que ser apuntillado. El regalo de Saldivar en cierta forma tuvo su punto de aprobación, pero no pasó nada.

ENRAZADA LABOR

Diego Silveti se hizo de su primer toro magistralmente, con una brega superior para dejar parado al socio con una media de postal luego de que el toro había salido muy distraído de los corrales. Citó los quites en el centro del ruedo, echándose la capa a la espalda para instrumentar gaoneras ceñidas, embarrándose de verdad la faja. El socio llegó al tercio de muleta con la cabeza muy descompuesta, violento en su embestida, lo cual descompuso la propuesta del matador. Recrudeció los defectos el astado yéndose a tablas y buscando la salida, no obstante, Silveti extrajo algunas series de mucho mérito que el público entendió y le coreó con fuerza. Concluyó con el descabello.

Ante su segundo, quites por gaoneras nuevamente igual de embarradas en la faja, luego de que el astado no tuvo prestancia en los lances de recibo. Quizá le faltó más castigo al toro, por lo que llegó muy violento al tercio de muleta, con la cabeza descompuesta y echando hachazos; estuvo esforzado Diego y extrayendo pases de calidad, le puso raza a su labor en todo momento. Remató con Bernardinas, tan comprometidas, que no se salvó de un fuerte arropón, pero en esa voltereta el toro no se la perdonó y le enterró el pitón en la pantorrilla izquierda. Silveti se repuso y nuevamente se echó la muleta a la espalda para culminar la suerte y pasaportar con el acero. AL final del festejo, Diego salió en la ambulancia, tras haber sido estabilizado en la enfermería.

PARTE MÉDICO 

El Matador Diego Silveti, durante la lidia de su segundo, astado sufrió grave cornada en pantorrilla izquierda, fue trasladado a la Unidad de Trauma al término de la lidia. En la enfermería se encontró una cornada cara externa en pantorrilla izquierda con dos trayectorias, una hacia arriba de 10 cm y otra hacia abajo 15 cm que lesiona músculos y aponeurosis de la región además de contundir al peroné.

Se aplica protocolo de Estabilización Medica Avanzada, para posteriormente ser trasladado al Hospital Ángeles Mocel para su manejo quirúrgico definitivo por el equipo multidisciplinario de los Servicios Médicos de TauroPlaza México. Al escribir esta nota el matador se encuentraba estable y está siendo operado. Firma el doctor Rafael Vázquez Bayod.