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2, febrero 2019 - 18:05

┃ José Ángel Rueda

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Dicen que para un verdadero aficionado a la NFL no hay mejor experiencia en la vida que asistir a un Super Bowl. Más allá cualquier cosa e independientemente de los equipos que equipos lleguen, el Súper Domingo es la gran fiesta del Futbol Americano. Los colores son lo de menos, lo que en realidad importa es el evento.

Atlanta se ha convertido esta semana en la capital del deporte de las tacleadas. Un verdadero mar de gente se apoderó de las calles. Los jerseys de Tom Brady son los que predominan. La posibilidad de ver al mejor quarterback de todos los tiempos convertirse en el jugador más ganador de la historia seduce y le brinda a este Super Bowl una sensación de estar ante un mito.

Aunque hay que decir que los colores de los Patriotas se pierden entre un vitral que deja ver una variedad asombrosa. Aficionados de todos los equipos conviven y disfrutan de un evento que con su magnitud logra traspasar esa frontera de la rivalidad. Una prueba de que la cultura del deporte, cuando se piensa para bien, tiene cualidades únicas.

PARQUE OLÍMPICO

Más allá de que en toda la ciudad de Atlanta se siente el ambiente festivo, es la zona del Parque Olímpico la que representa el epicentro del festejo. Rodeado de imponentes edificios, en cada rincón se percibe la historia de lo que fueron los Juegos de 1996. Ahí, entre los Aros, las antorchas, una gigantesca rueda de la fortuna adornada con los escudos de los 32 equipos de la NFL y un trofeo Vince Lombardi gigante, se encuentra el Fan Fest, donde los miles de aficionados comen, escuchan música y compran toda clase de artículos relacionados al Super Bowl LIII.

EXPERIENCIA

Justo a un costado del Parque Olímpico, en el Centro de Congresos, los aficionados pueden disfrutar de la experiencia de la NFL al máximo. Desde la entrada, donde un extenso muro ilustrado con los anillos de los 52 ganadores del Super Bowl representa el primer gran atractivo, pues la mayoría aprovecha para tomarse la foto del recuerdo. Ya adentro, los fanáticos juegan a ser jugadores por un día. Pueden ser drafteados, presentados y posteriormente probar sus habilidades al lanzar el balón, recibirlo o patearlo.

LA CIFRA

40 dólares cuesta el boleto para entrar a la NFL Experience