Solo la fiesta del Super Bowl tiene la capacidad de superarse día con día. Si durante la semana el ambiente ya era de primera, este domingo los aficionados se volcaron a las calles de Atlanta para vivir de cerca la emoción del día más importante del año.

Eran ríos de gente. Incluso, muchos, aunque no tuvieran boleto para ingresar al partido, se acercaron a las inmediaciones del estadio Mercedes Benz para mirar con sus propios ojos el espectáculo que representa un evento de esta magnitud.

El ambiente se pudo sentir en todos lados. En las calles del Downtown, en los vagones del metro. La mayoría de las conversaciones giraban en torno a si Brady y los Patriotas serían capaces de vencer a los Carneros para igualar a los Acereros como los más ganadores en la historia de este deporte.

Invitados de lujo en el Super Bowl

En las inmediaciones del estadio todo era una locura. En pequeños descampados, algunos aficionados aprovecharon para hacer los tradicionales asados que hacen que el tiempo sea más llevadero para luego ingresar poco a poco por las distintas puertas.

PATRIOTAS

La diferencia en cuanto a número entre los aficionados de los Patriotas y los Carneros fue abrumadora. Nueva Inglaterra superó por mucho a Los Ángeles en ese aspecto. Por todos los rincones de Atlanta se podían ver jerseys de Tom Brady y Rob Gronkowski, las dos grandes figuras del equipo de Boston. Dentro del estadio se notó mucho más el apoyo, cada jugada de Nueva Inglaterra terminaba en estruendo, mientras que la de los Rams en un sonoro abucheo.

La fiesta del Super Bowl contó con invitados de todos los equipos. Entre los jerseys que más se vieron fueron los de los Acereros, los Vaqueros, los 49ers y los Halcones Marinos.

SEGURIDAD

Como en toda la semana, la seguridad fue una prioridad para el comité organizador. El estadio Mercedes Benz estuvo protegido por un perímetro que mantuvo el área segura. Para entrar, había que superar un estricto sistema. En el exterior, una buena cantidad de policías con perros custodiaron la zona.

MEXICANOS

Como en cada evento, una buena cantidad de mexicanos se hicieron presentes para disfrutar de toda la emoción del Super Bowl LIII. El dato curioso es que muchos de ellos son paisanos que radican en Atlanta y que aprovecharon la trascendencia del evento para disfrutar del espectáculo.