Si alguien batalló para llegar a la cima, ese es justamente el MVP del Super Bowl LIII.

El inicio de la temporada fue muy doloroso para Julian Edelman, ausente gran parte de ella debido a la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha que sufrió en el semestre anterior, pero poco a poco fue tomando ritmo y llegó en su mejor nivel a los playoffs. En el momento importante, el estelar receptor abierto respondió con la mejor actuación de su sorprendente carrera al tener diez recepciones para 141 yardas ante la férrea defensiva de los Rams.

“He tenido que hacer muchos sacrificios para estar en este lugar. Me eligieron para los equipos especiales, ya que fue la única forma en la que podía llegar a la liga, y de repente jugué con la ofensiva, cambias de mentalidad. Enciendes un nuevo ‘switch’ y de repente te sorprendes estudiando a jugadores como Aqib (Talib), (Marcus) Peters o (Nickell) Tobey-Coleman, entre otros”, valoró Edelman en la conferencia matutina del día después de ganar el título de la NFL.

El #11 destacó la importancia que tuvo desde su perspectiva el haberse repuesto a una lesión que estuvo cerca de terminar con su carrera: “cuándo te lesionas, compites contra ti mismo para ir paso a paso, y poco a poco ir tomando confianza. Empiezas a rezar para tomar ritmo y de repente ya estás pensando en cómo jugar y entrenar, pero ahorita realmente no puedo pensar en eso”.

El Jugador Más Valioso del SB sabe que aunque esta vez le tocó brillar a él, Tom Brady es el gran referente de los Patriotas, y así lo ha sentido desde que lo reclutaron en la séptima ronda del Draft del 2009.

“Tom me dijo que estaba orgulloso de mí. Él ha sido una persona increíble de la cual he aprendido mucho, un tipo de familia y es uno de esos líderes que hace cosas por ti que pocos se atreven”, indicó Julian.

Por último, Edelman le dedicó unas palabras muy emotivas a la gente que lo impulsó a llegar al trono de la NFL: “Este momento se lo dedico a mi hija, mi papá, mi mamá, mi familia y a toda la gente que ha estado en mi esquina en los momentos difíciles”.

Después se bajó de la tarima y se dirigió a Disney para seguir disfrutando de su momento como el MVP del Super Bowl.