REDACCIÓN DEPORTES, (EFE).- En la temporada 2014 de la Fórmula Uno se utilizaron de manera constante los compuesto blandos. Después de varios años de predominio de los compuestos duros y medios, este año se han impuesto los neumáticos blandos con increíbles resultados: menos juegos usados, menos ‘pit stops’ por carrera y menos degradación.
La máxima establecida de que los neumáticos duros se degradan menos y duran más ha saltado por los aires en 2014. Los compuestos blandos que Pirelli ha puesto a disposición de los equipos esta temporada, los de perfil amarillo, han sido los más utilizados y han ofrecido mejor rendimiento que los medios y duros de campeonatos anteriores.
El aumento del uso de blandos ha pasado de los 135 juegos utilizados en 2013 a 463 un año después, lo que supone un crecimiento del 342%. La diferencia es mucho mayor proporcionalmente si se comparan los kilómetros recorridos con blandos, de 6.330 a 43.239 en 2014, un 683% más que en 2013, lo que demuestra la tremenda evolución de los compuestos blandos de Pirelli.
La durabilidad media de los neumáticos blandos ha pasado de los 47 kilómetros por juego de 2013 a los 93.4 de este año, un incremento de casi el 100%, lo que ha permitido aprovechar mejor las extraordinarias prestaciones de los compuestos blandos: mayor agarre y, por lo tanto, mayor velocidad respecto a los duros.
En 2013 se usaron 1,323 juegos de neumáticos, de los que más de la mitad fueron medios y sólo un 10% eran blandos. Un año después se han empleado 1,101 juegos de gomas, de los que 463 eran amarillos, el color que identifica a los blandos.
Aunque Marussia se retiró de la competición tres carreras antes del final y Caterham no acudió a Estados Unidos y Brasil, la ausencia de estos dos equipos no explica el drástico ahorro en neumáticos. La diferencia se debe a la mayor durabilidad de los compuestos duros -más de un 12%- y, sobre todo, de los blandos -un 99.20%-.