POR JAVIER JUÁREZ

El destino, siempre caprichoso, decidió que Rafael Puente del Río se juegue el pellejo y el resto de sus plumas, en el campo y con el equipo que él ascendió en el 2017. El cariño que el joven estratega le tiene a Lobos BUAP es evidente, sin embargo, su regreso a suelo poblano se da en una situación crítica para él y para Gallos Blancos.

Puente del Río pende de un hilo muy delgado, Jaime Ordiales le dio una oportunidad más, pero ya no es un secreto que la directiva plumífera empezó a sondear otras opciones en caso de que los emplumados acumulan un revés más. Los nombres de Víctor Manuel Vucetich, José Manuel de la Torre y Rubén Omar Romano revolotean el gallinero queretano desde que comenzó la semana.

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El gallo sigue dormido, su despertador no ha sonado en seis jornadas y la situación se agrava cada semana. Atlas, Pachuca, Monterrey, León, América y Pumas los han dejado silenciados.

Lobos, ahora amaestrados por Paco Palencia, no les incumbe el presente de su antiguo estratega y están listos para atacar.

La jauría desembolsó mucho dinero para permanecer en primera división y ahora tiene la oportunidad de sellar su salvación de forma prematura si despluma a Gallos Blancos. El equipo licántropo está dispuesto a desconocer a su anterior dueño.

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La salida de Tiago Volpi debilitó mucho a los queretanos, tanto que su cresta dejó de brillar. Enfrente Camilo Sanvezzo no tiene los espolones afilados de antes. Los problemas son muchos y las soluciones pocas.

El balón giró y giró y tiene a Rafa en una situación que ni él imaginó. Su futuro como técnico albiazul depende de lo que haga en el Universitario BUAP. Puente del Río va a la cueva del lobo. Revive o su ciclo con Querétaro llega a su fin.