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Mira

23, febrero 2019 - 6:43

┃ Javier Juárez

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POR JAVIER JUÁREZ
FOTOS: JESÚS TÉLLEZ
ENVIADOS

Veracruz.- La Máquina tocó fondo varios minutos, lo pesado de su cruz los hizo descender a lo más oscuro del mar, sin embargo, un salvavidas inesperado, los llevó de nuevo a la superficie.

Fabricio Silva fue el ancla de los cementeros. El zaguero escualo logró lo que Milton Caraglio, Jonathan Rodríguez y Elías Hernandez no pudieron, vencer al espectacular Sebastián Jurado.

Veracruz rompió su sequía al frente, Kazim Richards tuvo contra las cuerdas a los cementeros mucho tiempo, sin embargo, su esperado tanto resultó insuficiente.

Los Tiburones Rojos se quedaron cerca de volver a la vida, ya anotaron, sumaron, pero el descenso les pisa los talones y es inminente.

Pedro Caixinha y Robert Dante Siboldi respiran, pero continúan en la mira.

EL PARTIDO

Cruz Azul llegó herido, la caída a mitad de semana les provocó múltiples averías, los escualos olieron el miedo y acecharon rápido a su presa.

Los Tiburones, siempre víctimas, estuvieron en una situación distinta, los arpones no eran para ellos.
Veracruz se sintió cómodo, libre. El rival cargó una cruz más pesada.

Kazim Richards y Cristian Menéndez pisaron rápido el área cementera. Los atacantes, sin pólvora todo el torneo, sintieron que era su oportunidad de detonar.

El “Polaco” avisó pronto, sin embargo, su remate salió desviado.

La marea siguió arriba. Adrián Luna se unió a las embestidas. Aguilar y Lichnovsky tuvieron trabajo de más.

Cruz Azul, tras varios sustos, intentó equilibrar el juego. Elías, siempre él, trató de crear peligro el lado derecho. El “Patrullero” encendió las sirenas y de sus pies salió un pase que Rodríguez remató con la cabeza, pero Jurado alcanzó a parar. El joven héroe escualo se colocó su ya tradicional capa.

La Máquina tuvo una reacción sólida, Aguilar pisó el área y también con la testa estuvo cerca de abrir el marcador, su remate salió elevado.

El juego comenzó a ser más tenso. Salcido tiró al “Cata” Domínguez en la mitad de campo. Julio quedó en el pasto y el árbitro tuvo que recurrir al VAR para ver la magnitud del golpe. Marco Antonio Ortiz vio el monitor y decidió no expulsar al veterano jugador.

Esa pausa en la batalla distrajo a Cruz Azul. Menéndez remató en el área y Chuy paró.
Los escualos recuperaron el control del juego. A la Máquina se le agotó el combustible muy rápido.

En la siguiente jugada llegó el milagro escualo. Kazim Richards, tras una mala salida de Corona, logró el primer tanto jarocho de la temporada. Jesús falló, lastimó a Aguilar y de paso les echó una mano a los artilleros veracruzanos.

Tras la mordida escuala la Máquina quiso volver a camino, sin embargo, los vagones se desarmaron.

Veracruz mantuvo el balón en sus pies y esperó a que el juez los mandara a descansar.

EL COMPLEMENTO

Al volver al campo Caixinha utilizó a une pieza recién salida del taller mecánico. Édgar Méndez entró al campo. Elías, sin apoyo, dejó la batalla.

Cruz Azul buscó ir al frente, pero no tuvo fortuna. Los errores e imprecisiones en la mitad del campo fueron constantes.

El reloj avanzó, Caixinha no percibió cambios y arriesgó con el ingreso de Milton Caraglio. El portugués supo que caer era firmar su adiós.

Siboldi contraatacó esos movimientos dándole minutos a Luis Noriega. Las estrategias fueron claras. La Máquina iba a atacar y los Tiburones a esperar. El “Flaco” apostó por letales contragolpes.

Veracruz se vio mejor. El “Polaco” Menéndez con un tiro cruzado se quedó cerca de incrementar el marcador.

La Máquina, con más corazón que futbol, también lo intentó, Misael Domínguez, recién ingresado exigió a Jurado.

Robert Dante notó que Cruz Azul los sofocó y movió a otras piezas. Luis Martínez y Luis Caicedo entraron a fortalecer la mitad del campo y la parte baja.

Los Tiburones retrocedieron mucho y lo pagaron. La Máquina, de forma agónica, pitó. Fabricio Silva con un autogol le dio vida a los cementeros.

El equipo cementero tomó fuerza, con su último pedazo de leña reencendió los motores y fue al frente.

La batalla se abrió, Lichnovsky también lo intentó con la cabeza, el balón iba a la red, pero Jurado, de manera espectacular alejó el peligro.

Los combatientes lo intentaron hasta el final, sin embargo, no hubo más. La Máquina, a marchas forzadas, rescató un punto que luce inservible.

GOLES

ACCIONES

 

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