POR JORGE BRIONES

Acapulco.- A sus 17 años de edad, Emilio Nava está listo para enfrentar su primer torneo ATP.

Cuatro meses le han bastado al tenista estadounidense de origen mexicano para pasar de jugar “Futures” a la máxima categoría del “deporte blanco”, y claro, el talento supera obstáculos a gran velocidad.

Criado en una familia zacatecana que echó raíces en Estados Unidos, el juvenil Nava se muestra tranquilo, consciente que su proceso está marchando muy rápido en un 2019 que jamás olvidará. Hace un mes llegó hasta la final del Australia Open en la modalidad junior, y ahora intenta dar sus primeros pasos intentando aprender de Rafa Nadal y David Ferrer, los ídolos de su niñez.

“Es increíble estar en el mismo torneo que David y Rafa. Ferrer es mi ídolo y lo pude saludar hoy (ayer), me deseó suerte. Jamás lo olvidaré. Lo admiro mucho, el como trabaja los puntos, no te da nada gratis y nunca deja de luchar”, manifestó Nava en entrevista para ESTO.

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Pese a su juventud, a Emilio le hubiera encantado debutar contra el gran favorito del ATP 500 de Acapulco: “No me tocó Nadal, así que estoy triste (risas). Enfrentaré a Mckenzie (McDonald), otro americano, muy bueno y duro. Tengo muchas ganas de jugar y divertirme”.

México es como su segunda casa, y así lo siente. El público estará de su lado, junto a la motivación de ser respaldado por algunos familiares que sigue teniendo tanto en la CDMX como en Zacatecas.

“Ya quiero saltar a la pista. Es como mi segunda casa, tengo familia y me encanta la gente de aquí, son muy apasionados, estoy muy contento de poder jugar ante ellos”,  mencionó Nava, quien no descarta jugar en un futuro para el equipo nacional de Copa Davis: “No lo he pensado, estoy muy enfocado en mi tenis. Pero si llego a tener la oportunidad en el futuro, tendré que sentarme a pensarlo con mi equipo de trabajo. Igual aquí en México hay mucho talento, jugadores muy buenos como Lucas (Gómez) o Gerardo (Villaseñor). Pienso que pueden hacer algo importante por el tenis mexicano”.

Por último, el norteamericano aún no concibe el logro que consiguió durante el primer Grand Slam de la temporada: “Fue irreal lo que conseguí en Australia. Durante toda la semana jugué a un nivel altísimo, y disputar la final en la Rod Laver Arena fue muy padre”.