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Acapulco.- Con Rafa Nadal no hay medias tintas. Torneo que compite lo hace con la firme intención de quedarse con el título.

El número dos del mundo tiene sed de revancha tras el desafortunado episodio que vivió el año pasado cuando su tuvo que retirar lesionado minutos antes de su debut. Ahora, el español busca en Acapulco recuperar sensaciones tras un mes alejado de las pistas como preparación a la gira estadounidense de Masters 1000.

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Pero cerca estuvo de repetir la historia del 2018, ya que en los días previos se lastimó la muñeca en Cozumel, molestia que ha podido superar y se declara listo para hacer valer su condición de máximo favorito.

“Intento cuidarme, jugué pocos torneos el año pasado, busco economizar partidos y buscar las formas de alargar mi carrera, pero van pasando cosas que no puedo controlar. Hice un mal gesto con la mano en Cozumel y hoy (ayer) es el primer día que pude entrenar, son cosas que ocurren y están fuera del control de uno mismo. Pero estoy feliz de haber entrenado y estar listo para mi debut, espero que la energía del público me ayude a encontrar el nivel que no he podido en los entrenamientos”, manifestó Nadal en conferencia de prensa.

Pese a las constantes lesiones que han marcado su carrera, Rafa está contento con todos los logros que ha podido conseguir: “Es verdad que me he lesionado mucho, más que otros rivales mío, pero llevo desde 2005 sin salir de los top 15 eso dice que mis lesiones tampoco me llevan tantos meses fuera, he mantenido una regularidad muy alta, no es una carrera corta, a los 18 me decían que tendría una carrera corta por mi forma de jugar, ahora llevo una carrera mayor que muchos, es normal”.

El mallorquín de 32 años de edad debutará en Acapulco ante el alemán Mischa Zverev, tenista al cual ha derrotado en las dos ocasiones que se cruzó en el circuito ATP. “Al final todos los partidos son complicados más cuando uno no viene al 100 como yo sin competir, es agresivo u tiene un juego fuera de lo típico en estos días porque hace mucho saque red, va a hacia delante, pero veremos no será un día con sensaciones perfectas pero intentaré pasar como siempre”, manifestó.

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Por último, el ganador de 17 Grand Slams habló sobre los cambios que ha tenido en sus entrenamientos desde hace dos años que Carlos Moyá se convirtió en su entrenador: “Para mí ha sido un gran apoyo hemos entrenado un poquito diferente, aparte de tener una relación de tantos años, el conocimiento suyo sobre este deporte y sobre mí me ayuda y sigue ayudando, para mí ha sido un factor importante, no solo resultados sino calidad de trabajo juntos es muy buena. Disfruto de jugar tenis y hemos tenido más lesiones de cuenta por desgracia, solo puedo estar agradecido de tener a Carlos ahí ayudando”.