JESÚS Molina sabe a ciencia cierta las dimensiones y emotividad de jugar en el estadio Universitario. Su pasado felino lo hizo conocer el ambiente y la pasión de los aficionados regiomontanos hacia su equipo, en donde un verdadero Volcán intimida hasta el peor enemigo.
No obstante, Jesús Molina se aventura a decir que el estadio Azteca y la fanaticada americanista no le piden nada a nadie, están a la altura de las condiciones y solamente esperan que la gente se haga sentir mañana en la gran final de vuelta.

Así que desea: “¡Que pese el Azteca!”…
Y más cuando el América llega abajo en el marcador global, razón por la que pide la ayuda del jugador número 12.

“Nuestra afición es muy importante para nosotros, para darnos empuje y darle vuelta a las circunstancias. Ha sido elemental a lo largo del torneo y en otros, pero hoy más que nunca queremos que se haga sentir el Azteca”, expuso Molina.

El marcador no significa que el América esté muerto, sino al contrario, “nos exige para darle la vuelta al marcador y conquistar la estrella”.

Asimismo, Osvaldo Martínez confía en que la gente llene el Azteca para ver volar a las Águilas en la conquista de la estrella número 12, porque “estamos ante una buena oportunidad. No estamos del todo eliminados en la serie, faltan 90 minutos y nos moriremos en la cancha”.

La clave será “proponer desde el primer minuto, ir al frente, no encerrarnos y buscar hacerles daño desde el comienzo, pero ante todo, queremos que pese el Azteca”, redondeó, porque si bien Tigres se jacta en tener una de las mejores aficiones de México, las Águilas también, “para nosotros es la mejor y se irá sentir”, advirtió el guaraní con una replica en miniatura del Coloso de Santa Úrsula. (Luis García Olivo/ Foto: Juan Ramos)