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Mira

6, marzo 2019 - 23:50

┃ Yael Rueda

gabrielgarciamarquez

Foto: Twitter @Uniandes

“Creo que uno puede escribir Cien años de soledad,

un cuento de marineros, o describir un partido

de futbol y siempre habrá un contenido ideológico”

Gabriel García Márquez
Pocos pueden escapar al amor y la pasión. Solamente algunos han podido marcar una frontera entre el futbol y la literatura. La realidad es que, más temprano que tarde, el deporte de las patadas sabe atrapar corazones, el de Gabriel García Márquez no fue la excepción.

De niño, Gabriel jugaba en las calles de Aracataca, Colombia. La leyenda cuenta que sus primeras patadas las dio como defensor, o bien, como portero, sin embargo, los mejores disparos a gol siempre fueron con tinta y papel.

Gabo y el futbol se reencontraron pasados los años. Alfonso y Gabriel, sus grandes amigos, nunca insistieron en llevarlo al estadio; quizá, en el fondo, sabían que el día que el futuro premio Nobel decidiera asistir, ahí se enamoraría.

Solamente había una limitante para que García Márquez pudiera aficionarse al deporte de las patadas, una barrera que existía en su mente, pero que por mucho tiempo fue suficiente para no sentir empatía por esos hombres que domingo a domingo estaban en el estadio cantándole a sus colores.

Ese algo era el sentido del ridículo, algo que podría traducirse como cierto pudor, sin embargo, la primera vez que el escritor pisó el estadio se deshizo de eso para dar rienda suelta al amor más puro y sincero por el Junior de Barranquilla, así lo confesó en 1950, año en el que publicó una reflexión llamada “El Juramento”.

“El primer instante de lucidez en que caí en la cuenta de que estaba convertido en un hincha intempestivo, fue cuando advertí que durante toda mi vida había tenido algo de que muchas veces me había ufanado y que ayer me estorbaba de una manera inaceptable: el sentido del ridículo”, se puede leer en el texto.

Aquel encuentro no podía ser otro que Junior contra Millonarios, partido imperdible por la presencia de Heleno y Alfredo di Stefano, futbolista que años más tarde se convertiría en leyenda del Real Madrid. Ese instante, fiel a su costumbre, lo convirtió en literatura.

“En primer término, me pareció que el Junior dominó a Millonarios desde el primer momento. Si la línea blanca que divide la cancha en dos mitades significa algo, mi afirmación anterior es cierta, puesto que muy pocas veces pudo estar la bola, en el primer tiempo, dentro de la mitad correspondiente a la portería del Junior”, relató el colombiano.

A pesar de eso, García Márquez confesó más adelante que sus hijos eran los más interesados en ver futbol, incluso, si era un buen encuentro, ellos eran los encargados de avisarle para que pudiera ver los últimos minutos del cotejo.

Con sus textos, Gabriel siempre llevó a los suyos hacia un realismo mágico, uno muy similar al que vivió con su amor profundo por el Junior de Barranquilla. A 92 años de su nacimiento, García Márquez escribe libros e hincha por su equipo, desde otro plano, uno que en vida no se puede explicar.

EL PERFIL

Nombre: Gabriel García Márquez

Fecha de nacimiento: 6 de marzo de 1927

Fecha de fallecimiento: 17 de abril de 2014

Edad de fallecimiento: 84 años

Lugar de nacimiento: Aracataca, Colombia

EL DATO

SERIE EN NETFLIX

La novela más icónica de Gabriel García Márquez, “Cien años de soledad”, se convertirá en una serie para la plataforma de Streaming Netflix.

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