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CRÓNICA

De la mano de Alan Mozo, Pumas, con más orgullo que buen futbol, vino de atrás y remontó dos goles en contra. La soberbia actuación del canterano guió a los felinos rumbo al empate cuando todo parecía perdido. Lezcano y Osuna adelantaron a los purépechas, mientras que Iturbe y Mora emparejaron todo con la garra universitaria. Al Club Universidad no le alcanzó, pero dejó buenas sensaciones.

EL JUEGO

A Pumas lo madrugaron feo. Morelia no pidió permiso y se fue al frente del marcador. Lezcano se avivó y abrió la cuenta del visitante al segundo 16 con una gran jugada individual. Pumas, de nueva cuenta, tuvo que remar contra corriente en el amanecer del partido.

Herido, y con la responsabilidad que le genera su gente, los universitarios se fueron al frente en busca del empate.

Las más peligrosas llegaron por aire, tanto Malcorra como Martín Rodríguez generaron peligro por las bandas, pero el remate final no tuvo buena dirección.

Pese al dominio, los pupilos de Marioni no encontraron claridad. La frustración se apoderó de ellos y nubló la idea de juego.

Morelia cedió el control del balón y esperó atrás con un sobresaliente orden táctico. Estuvieron atentos en cada llegada de los felinos, con el afán de replegar líneas en cuanto robaran el balón.

Por poquito y les funcionó. Cazaron en un contragolpe a los de casa, pero el asistente alzó la bandera y le robó las ilusiones.

Tanto dominio de balón de Pumas no tuvo resultado. Morelia, con muy poco, siempre generó peligro. En uno de sus embates, Saldívar cometió un penal sobre Sansores. Cuando parecía que la noche caí sobre Ciudad Universitaria, el especialista en penales salvó de nuevo su meta. Alfredo Saldívar recostó sobre su lado derecho y le negó la oportunidad a Ray Sandoval de convertir.

Con el golpe anímico, Pumas adelantó líneas y mostró más ganas, pero el tiempo ya no le alcanzó. El central terminó los primeros 45 minutos con la ventaja purépecha.

Para el complemento, Pumas salió renovado, pero no con suerte. Alejandro Arribas cometió un penal y se hizo el harakiri. Esta vez Saldívar no pudo hacer nada, Mario Osuna lo cobró de forma magistral y puso el segundo tanto en el marcador.

El tanto hirió de muerte a los felinos, mismos que despertaron y estrellaron dos balones en el travesaño. Primero fue Alan Mozo, quien remató tras una serie de rebotes, pero el metal le dijo que no. El segundo fue Víctor Malcorra; de tiro libre se le negó el tanto tras chocar con el poste. El más participativo fue el lateral por izquierda, Mozo se echó el equipo al hombro, pero no tuvo respaldo ni compañía.

Con más orgullo que buen futbol, y cuando todo parecía perdido, Pumas encontró la luz al final del túnel. Tras una buena jugada colectiva, Juan Manuel Iturbe disparó al arco con potencia. El arquero Sosa falló al tratar de atajar y el balón se incrustó en la portería.

A raíz de la anotación, las acciones fueron del Club Universidad. De tanto insistir, y gracias a la garra de Alan Mozo, Pumas encontró el empate. El canterano robó un balón cerca del área a Efraín Velarde y metió el centro. Dentro del área, en completa soledad, Mora empató el encuentro de cabeza, lo que generó la explosión del Olímpico Universitario.

La tónica se mantuvo. El momento anímico fue de Pumas, así como la posesión del balón. A los dirigidos del “Barullo” se les abrió el camino con la expulsión de Efraín Velarde.

Pese a todo el esfuerzo y la entrega, no hubo tiempo para más. Pumas vino de atrás y alcanzo a Morelia, que dejó ir de nueva cuenta una ventaja. Los pupilos de Bruno Marioni se medirán ante Dorados este martes, en los cuartos de final de la Copa MX

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