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Mira

15, marzo 2019 - 16:45

┃ Rubén Beristáin

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POR RUBÉN BERISTÁIN
FOTOS: OSWALDO FIGUEROA

El americanismo luce confiado. Ya lo demostraron ante los micrófonos, en redes sociales, en el Coloso de Santa Úrsula y este sábado querrá hacerlo también en territorio rojiblanco.

Los jugadores americanistas llegaron al Aeropuerto Internacional Capitalino de forma tranquila. El semblante de alegría y optimismo lo mostraron en cada poro de su piel y no es para menos. Saben que si vuelven a brindar una exhibición como la mostrada el miércoles pasado en el estadio Azteca podrán borrar una vez más a su acérrimo rival y vencerlos por segunda vez consecutiva en cuatro días. Esa es su meta principal, ya no hay otra.

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El primero en hacer aparición fue el estratega Miguel Herrera, con la mirada serena, confiado en el nivel de sus pupilos. Atrás de él, el presidente deportivo de la institución, Santiago Baños, lo custodió en todo momento.

Los jóvenes Sebastián Córdova y Carlos Vargas los siguieron muy de cerca. Ambos jugadores tendrán que esperar su oportunidad desde la banca, ya que no serán considerados en el once inicial para enfrentar a Chivas.

El desfile incrementó de nivel. Parece que se pusieron de acuerdo en la salida y los jugadores de mayor renombre en el plantel azulcrema aparecieron de forma seguida. Nicolás Castillo los guió a todos. El chileno volverá a ser titular con el “Piojo” y hoy querrá ser determinante en el ataque águila. Ese nivel que lo llevó a Europa deberá mostrarlo una vez más, sobre todo en un cotejo trascendental como el Clásico Nacional.

Los internacionales Mateus Uribe, Agustín Marchesín, Renato Ibarra y Guido Rodríguez fueron los más vitoreados. Paul Aguilar, siempre el más accesible, complació con fotografías y autógrafos. Nicolás Benedetti ha mostrado grandes actuaciones y ya no pasa como una más. También fue buscado y accedió al cariño de la gente.

Aproximadamente una docena de aficionados americanistas, en su mayoría niños, se hicieron presentes en el recinto aeroportuario. Pocos pero escandalosos. Y aunque llegaron de forma separada, los mismos colores los unieron para cantar por unos segundos el “Vamos América” a todo pulmón. El optimismo no sólo radica en los futbolistas. También los fieles aficionados, que nunca dejan solo a su equipo favorito, lucieron con una gran confianza.

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Específicamente un fanático se dio cita y tuvo una meta principal: conseguir el autógrafo de su ídolo Agustín Marchesín. Su espera fue larga. El vuelo pactado para las cuatro de la tarde rumbo a la Perla Tapatía fue cancelado y los Millonetas llegaron más tarde de lo planeado. El reloj marcó las 3:30 de la tarde y no se rindió. Lo vio de lejos, pero no fue suficiente. El portero argentino pasó de largo, su deseo al final no se concretó.

Las miradas de curiosos y turistas no faltaron. América no pasó desapercibido. Todos voltearon a ver al vigente campeón. Hoy buscará un nuevo triunfo en tierras tapatías e irá por la supremacía total en el partido más apasionante del balompié azteca.

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