Con la tecnología de Google Traductor

Mira

23, marzo 2019 - 2:45

┃ ESTO

hipodromoamericas

CORTESÍA JUAN CARLOS VELÁZQUEZ

FOTOS: MIGUEL ÁNGEL ESPINOZA

Con una alta expectativa y una madurez plena, renovado y con todas las comodidades el Óvalo de Sotelo supera los 76 años de vida; muy pocos inmuebles deportivos alcanzan esas condiciones, y el Hipódromo de Las Américas es uno de ellos, éste es un lugar plagado de magia, pasión, adrenalina, donde miles de caballos han pisado su arena y han entregado hasta la última gota de energía, exigidos por los muñecos de seda, como se les conoce a los Jockeys, en los rebases o en el dramático cierre, donde es necesario acudir a la foto para saber quién fue el ganador, mientras los aficionados lastiman su garganta alentando a su caballo favorito, con la esperanza de ganar.

El Hipódromo de Las Américas fue un sueño pensado por un entusiasta empresario ítalo-americano llamado Bruno Pagliai, y que con el favor del Presidente de México, Manuel Ávila Camacho, se hizo realidad; un coloso que se levantó en diez frenéticos meses y unos cuántos días.

Fue entonces cuando los capitalinos vieron asombrados aquellas tribunas y la pista que parecía interminable, a pesar de medir poco más de mil 300 metros.

Es casi un suspiro, pero han pasado más de siete décadas desde que en aquella carrera del 6 de marzo de 1943, fecha inaugural, la yegua Torch Betty se escapó de punta a punta para embolsarse la primera victoria en el Gigante de Sotelo, narrada en ese entonces por el gran locutor Alonso Sordo Noriega, un conocedor de todas las ramas deportivas.

Desde aquel día surgieron grandes estrellas que siguen brillando tan sólo con recordarlos, comoel caballo Gay Dalton, que fue el primer ídolo de los mexicanos, triunfador en la carrera con mayor tradición en México, el Handicap de Las Américas en 1944 y 1945, el primer doble ganador que hacía soñar y ponía nerviosos a los incipientes aficionados, pues el cuadrúpedo venía de atrás para humillar a sus rivales al tener un cierre poderoso.

Diamante Negro emuló al gran Gay Dalton, pero él, el caballo perteneciente a la Cuadra Mapa hizo lo que ninguno, conseguir consecutivamente el Clásico de Clásicos en tres ocasiones, 2014, 2015 y 2016, saliendo desde la sombra de la curva final y arrollando a adversarios sin contemplaciones.

De 1943 hasta 2019 han pasado infinidad de estrellas con hazañas que permanecen en la memoria de los apasionados a las carreras de caballos y en las páginas de la hípica mexicana, cómo olvidar a Pikotazo en los años ochenta, uno de los ocho atletas en conquistar la Triple Corona Mexicana, gloria para los ejemplares de tres años, el último de ellos Kukulkán, que a inicios del presente año se midió contra los mejores caballos del mundo en Estados Unidos.

Cómo no acordarse del “Villano” y “Vivián Récord”, caballo de gran estampa de los años ochenta, y la otra de la segunda década de los dos mil, ambos empatados con el mayor número de clásicos ganados, 15 en total. O cómo no rememorar la llegada más angustiante del Handicap de Las Américas, el de 2013, cuando el gran Veritas, de Rancho Pozo de Luna perdió por menos de una nariz con Dahy, de Cuadra San Jorge.

Han sido luchas inolvidables, caballo de los mejores establos, Rancho El Refugio, Cuadra Carrusel, Cuadra Alejandra, Cuadra Paca’s, Cuadra Santa Rita, Cuadra Vivian, San Isidro, hasta la poderosa Cuadra San Jorge, por nombrar algunas, que han puesto lo mejor de su crianza y de su esfuerzo por traer equinos de amplia calidad.

VIDEO: Ochoa suma otra atajada milagrosa a su colección

Y los jinetes que le sacan el extra a su compañero cuadrúpedo para llenarse de gloria, sólo basta enumerar a algunos mexicanos destacados: Álvaro Pineda, que después de estar en las Américas la rompió en Estados Unidos, al igual que Víctor Espinoza, triunfador de la Triple Corona Norteamericana en 2015; Mario Gutiérrez, con triunfos en el Derby de Kentucky y Luis Alberto Gutiérrez, todo un astro en Canadá. Y en la pista de Sotelo, Moisés González, Rubén Escalona, Silvio Amador Ruiz y César Mora, entre otros.

El Hipódromo, a sus 76 de vida es uno de los mejores del mundo, con completa visibilidad desde donde se encuentre. Un lugar donde la pasión se desborda en cada carrera, donde los aficionados calculan, suman, restan, ganan, se emocionan, gritan, casi lloran, ríen y conviven en familia pasando los consejos y las historias a las próximas generaciones.

Marioni aplaude la postura de Martino respecto al “Tecatito”

En el gigante de Sotelo se vive desde siempre una experiencia familiar y lúdica y donde se ha podido admirar la fusión del caballo con el hombre, formando un binomio que llena el ambiente de emoción. El Hipódromo de Las Américas cumple 76 años y va por más, mucho más.

LA CIFRA

1,300

METROS TIENE LA PISTA

EL DATO

LOS PURA SANGRE

Para ser una cuadra destacada en la hípica de todo el mundo se debe contar con una buena base de caballos pura sangre, raza especialista en la velocidad.

LA CIFRA

88

Kilómetros por hora la velocidad de un caballo.

EL DATO

ANIMAL LONGEVO

Dentro de los casos en caballos de raza Purasangre de Carrera que han alcanzado una vida más longeva se encuentra el del famoso caballo Count Fleet: 33 años y 8 meses.

EL DATO

NUEVO REGISTRO

Con récord de pista, Huitlacoche, de Cuadra San Jorge, conquistó el Clásico de Clásicos, y es el tercer caballo en ganar la Triple Corona y Handicap de Las Américas

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí