Cargar con una sequía de títulos y pelear por la permanencia son diferentes presiones que vivió Joaquín Beltrán en su etapa como futbolista. Después de ser campeón con Pumas, el “Capi” probó suerte en otros equipos. Tras un breve paso por Necaxa, el destino lo llevó a Cruz Azul, donde tuvo la obligación de conseguir un campeonato.

“Cada una es presión en su situación. Evidentemente, el tema de Cruz Azul después de tantos años de no lograr un título y de haberse quedado tan cerca en varias ocasiones, es una situación que conforme avanzan los torneos van creciendo la expectativa, la presión y la necesidad de tener un título”, reconoció Beltrán.

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Pero el de la permanencia no es un tema menor. Después de dos años con La Máquina, el ex defensa luchó con Gallos por mantener la categoría.

“Después viene el tema de Querétaro, que me abrió las puertas recién ascendido en el 2009 y pelear el descenso fue una experiencia totalmente diferente. Nos quedamos en la categoría ganándolo deportivamente con los Indios de Ciudad Juárez”, recordó. “En el caso de pelear el descenso la presión también es fuerte, no es fácil. Salir a la cancha con la necesidad de hacer puntos, de ver lo que hacen los rivales directos tiene su situación complicada. Es algo más estresante”, admitió.

Con la experiencia obtenida en ambos equipos, si hay algo que puede afirmar Beltrán es que el agobio por el tema porcentual es más duro que el del campeonato.

“Se entiende que la presión por ganar un campeonato siempre estará ahí, pero creo que mantener la categoría siempre será algo más complicado de manejar, sobre todo emocionalmente estar al cien por ciento para cada partido”, explicó.

Después de 526 partidos en el máximo circuito, Beltrán decidió colgar los botines con los queretanos, equipo del que años más tarde fue presidente deportivo.

“El hecho de vivir una experiencia como directivo ha generado un cariño especial por la institución, porque le dimos credibilidad, identidad a un proyecto que históricamente había sido de muchos altibajos y de muchos sinsabores y haber obtenido la Copa y la SúperCopa, los primeros títulos de Gallos en Primera División, claro que deja un sabor especial”, admitió.

QUERÍA QUEDARSE

Luego de que terminara su contrato con Cruz Azul en el 2009, Joaquín Beltrán buscó mantenerse en el conjunto de La Noria. Tan es así que, incluso, 10 años después, ha vuelto a tocar el tema con Guillermo Álvarez, presidente cementero. “Estuve muy contento con la institución y lo he platicado con el licenciado Álvarez. Era darle continuidad a mi estadía, pero en ese momento hubo un cambio en la dirección técnica, una planeación diferente y no se dieron las condiciones para seguir, pero por supuesto que me habría gustado continuar con el equipo”, reconoció Beltrán.

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Tras un Clausura 2009, en el que La Máquina hizo tan solo 13 puntos después de dos victorias, siete empates y ocho derrotas, Enrique Meza llegó en sustitución de Benjamín Galindo para hacerse cargo de los celestes, pero entre sus planes no estaba mantener a Beltrán dentro de la plantilla. “Llegar a Cruz Azul fue un reto grande, sobre todo por ese pasado puma. Me costó trabajo ganarme a la afición celeste, pero estuve muy contento en la institución, fueron dos años muy padres, estar cerca de firmar un contrato por más años. Desafortunadamente no se dieron las condiciones”, finalizó.