Una calca de lo que ocurrió en diciembre sin la pifia de Chuy Corona e Iván Marcone, América y Cruz Azul, quedaron a deber, la emoción fue a cuentagotas y el movimiento de la red, nulo.

El Clásico Joven atrapó miradas, sin embargo se sonrojaron, ni Águilas ni la Máquina, lograron satisfacer a su gente.

Azulcremas y celestes suman, sin embargo, comprometen su pase a la fase final. Ambos están actualmente entre los mejores ocho, pero Xolos, Puebla y Toluca les pisan los talones. Lo parejo del campeonato, sin contar a León y Tigres, los obliga a sumar lo más que puedan en el cierre del torneo, de lo contrario, uno u otro o ambos pueden quedarse sin fiesta. Amarillos y cementeros mal, ni vuelan ni pitan.

EL PARTIDO

Otra vez azulcremas y celestes en el pasto híbrido del Azteca, los recuerdos regresaron, ingratos para la Máquina y mágicos para las Águilas.

Sin título en juego, pero sí, acceder a la Liguilla, amarillos y celestes aparecieron con energía en la cancha.
El juego fue parejo, de varios roces, el orgullo siempre vale más que los puntos, ninguno quiso caer.

Milton Caraglio por un golpe a Aguilera y Marchesín por reclamar, fueron prevenidos muy pronto.

El juego siguió, América, sin ser avasallador, comenzó a tomar el control del juego, Mateus, Ibarra e Ibargüen le ganaron la batalla directa a Yotún, Alvarado y Orbelín.

Henry Martín, tras un descuido en la zaga celeste, se quedó cerca de abrir el marcador, el artillero tiró, pero su intento salió elevado.

América avisó y ya no dejó de crear peligro, Ibarra fue el más inquietante.

Las calderas de la Máquina no tuvieron la misma potencia de jornadas anteriores. Caraglio y Cauteruccio lucieron solitarios, el esférico les llegó a cuentagotas y siempre de espaldas a la portería.

Caixinha se vio desconcertado, su maquinaria fue vulnerable frente a las Águilas. América recién conquistó el título y expuso su nivel en la liga.

Las Águilas eran superiores, vieron el temor del rival y Andrés Ibargüen, tras una buena jugada en el área, venció a Corona con un tiro cruzado. Los azulcremas festejaron, sin embargo, la sonrisa se les borró tras revisar el VAR y notar que el colombiano se apoyó con la mano.

Luego de ese susto el juego cayó, el cansancio fue evidente.

El árbitro notó que el combustible de los participantes estuvo vacío y en ese instante vino la tregua.

COMPLEMENTO

Al volver al campo Caixinha decidió cambiar a un vagón, “Caute” salió. El “Cabecita” Rodríguez entró fresco y potente a la batalla.

Jonathan le dio otro ritmo al ataque celeste, Alvarado se contagió y estuvo cerca de abrir el marcador, el “Piojo” superó a Marchesín, pero el poste truncó su festejo.

Rodríguez siguió en otra sintonía, el charrúa entró al área, se quitó a Aguilera, pero Emanuel tapó el balón con el brazo. Jonathan reclamó, el árbitro corrió a ver el monitor, pero ni así se percató del rozón o juzgó que no fue intencional.

El juego cambió, fue ágil e intenso.

Henry Martín volvió a cazar un balón en el área, le pegó con fuerza, pero Corona reaccionó y atajó de forma heroica.

El juego volvió a nivelarse.

Caraglio, con una gran finta en el área, se quedó a nada de marcar, Milton tiró, pero Marchesín, espectador casi todo el juego, apareció y salvó.

El “Piojo” modificó tarde, Miguel mandó al campo a Roger Martínez y a Jérémy Ménez. Los atacantes tuvieron poco tiempo adherirse a sus compañeros y hacer algo más.

Caixinha también modificó, pero él por obligación, Aguilar salió lesionado y le dio oportunidad a Madueña para estirar las piernas.

El reloj comenzó a avanzar más rápido. Los intentos siguieron, pero sin pólvora ni peligro.

Así llegó el final. El Clásico Joven pintó para más, sin embargo fue muy gris.

ACCIONES