MARRAKECH, Marruecos (Agencias).- San Lorenzo de Almagro sufrió durante 120 minutos para poder vencer al equipo semiprofesional de Auckland City, con agónico triunfo de 2-1 y conseguir su pase para medirse el próximo sábado al Real Madrid, en la final del Mundial de Clubes.

El campeón de la Copa Libertadores se impuso con goles de Pablo Barrientos (47′) y Mauro Matos (93′) y puso fin al sueño del Auckland, un equipo con un presupuesto de un millón de dólares, pero que puso en serios aprietos a los argentinos con el gol de Ángel Berlanga (65′).

A San Lorenzo le costó mucho leer el partido ante un Auckland descarado que salió a robarle el balón al campeón sudamericano. Y lo consiguió, ya que por fases movió la pelota a su antojo. Parecía que el equipo neozelandés, donde la mayoría de los jugadores tienen otro trabajo más allá del balón, era el profesional.

El plato fuerte del día estaba sin duda en la segunda semifinal entre argentinos y neozelandeses, con los primeros partían como favoritos, pero en la que tuvieron muchísimos problemas para salir vencedores.

San Lorenzo se adelantó con un tanto de Pablo Barrientos, aunque Ángel Berlanga igualó para los neozelandeses. El partido fue al tiempo suplementario y allí, Mauro Matos, quien había entrado en la segunda parte, logró el gol del triunfo ante un Auckland que no se rindió y que incluso envió un balón al poste, al minuto 112.
Por tercera vez en tres participaciones en el Mundial de Clubes, Argentina consiguió que su representante llegue a la final, y ahora San Lorenzo espera levantar un trofeo que no pudieron ganar Boca Juniors en 2007 y Estudiantes en 2009, que tuvieron que conformarse con sendos subcampeonatos.
Para ello deberá superar a un Real Madrid que llegará con una racha de 21 victorias consecutivas.
Auckland, por su parte, quedó fuera de la final en su excepcional torneo, en el que ya había dejado fuera al marroquí Moghreb Tetuán y el argelino Setif. Ahora intentará irse con una nueva alegría el sábado, en el duelo por el bronce contra el Cruz Azul.