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11, mayo 2019 - 20:59

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GIGNAC

CRÓNICA 

La inoperancia de Tigres por poco y sale bastante cara. El planteamiento del “Tuca” Ferretti regaló un cotejo aburrido y sin emociones en el Volcán. Angelo Sagal salió del abismo y por poco metió a Pachuca a semifinales, pero tuvo que aparecer el de siempre y el de los partidos importantes para evitar el ridículo. Cuando todo parecía perdido, André-Pierre Gignac se alzó como héroe y metió a los felinos a la antesala del trofeo. 1-1 final.

EL JUEGO

Tigres inició con una motivación extra y con todo el apoyo de su gente. Antes del inicio del partido, la afición regiomontana sacó un desplegado con la leyenda “Tigres no abandona”. El marco lució pletórico y lo demostraron una vez más.

Los Tuzos iniciaron con una pésima noticia. Su goleador Franco Jara no se recuperó de la lesión sufrida en el de ida y estuvo fuera de la convocatoria. En su lugar estuvo Ismael Sosa, un viejo conocido de la afición regiomontana.

Los primeros instantes del cotejo transcurrieron con tranquilidad y no pareció un cotejo de Liguilla. Los universitarios estaban conscientes de su ventaja en la eliminatoria y no se exigieron de más, simplemente cuidaron el marcador y jugaron con la desesperación de su rival. Parecía que era necesaria la anotación de los Tuzos para despertar al felino dormido.

Tigres puso el partido a su medida: toque, control sin velocidad y poca profundidad. Con la firme intención de esperar un destello de su gran arsenal al frente.

Su hombre más peligroso fue Enner Valencia. El delantero ecuatoriano insistió en un par de ocasiones, pero no halló las redes en ninguna oportunidad. El francés también tuvo su oportunidad. André-Pierre Gignac lo intentó de volea, todo parecía que sería un golazo, pero el esférico sólo rozó la cabaña defendida por Alfonso Blanco.

Los hidalguenses dominaron las acciones. Ismael Sosa se notó como en sus mejores momentos. Incluso, levantó a la tribuna con una gran jugada sobre Guido Pizarro. Un caño fue suficiente para demostrar sus grandes habilidades. Las intenciones del atacante era herir de muerte al tigre, más no lo logró.

Un cántico especial inundó todo el inmueble. “Gordo, Gordo”, le gritó la afición felina a Edwin Cardona y es que no olvidan su pasado como Rayado.

El juego fue soporífero y el espectáculo nulo. El descanso era más que necesario para recomponer ideas.

Para la parte complementaria, los de la Bella Airosa salieron al frente, no tuvieron de otra. Un gol era suficiente para mandar al Tigre a descansar. Pero los norteños salieron un poco más agresivos. Por unos instantes existió la incertidumbre por un empujón de Cardona sobre Rafael Carioca, pero el árbitro ni se inmutó, el penal no fue marcado.

La estrategia del “Tuca” hacía parecer que se conformaba con el 0-0.

Desde el banquillo hubo modificaciones. Ferretti optó por Lucas Zelarayán y Palermo confió en Angelo Sagal. Los visitantes sorprendieron a todo mundo y se fueron al frente gracias al tanto del recién ingresado. El chileno silenció al inmueble con un zurdazo. Pero lo único que lograron fue despertar a la bestia francesa. ¿Quién más? Gignac rescató a su equipo de la vergüenza y devolvió el alma al Volcán. A duras penas, Tigres cumplió con el objetivo, mientras que Pachuca siguió con su mala racha como visitante y así pagó su penitencia.

GOLES

ACCIONES 


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