Foto: Cuartoscuro

La ventaja obtenida en el partido de ida contra Cruz Azul no tiene tranquilo ni confiado a Miguel Herrera. El técnico de América aseguró que se ha tocado de manera interna el tema de los excesos de confianza que se deben evitar para así poder consumar el boleto a la semifinal.

“Hablamos de eso, de no relajarnos ni pensar que ya estamos. El Azteca es nuestra casa, pero también de ellos. Tienen un año jugando ahí y conocen la cancha. Hay que estar metidos y no pensar que tenemos el pase.

Debemos reafirmar el accionar del premier partido”, manifestó.

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El técnico americanista tiene clara la manera en la que sus dirigidos se deben de desempeñar dentro del terreno de juego. Para él, la tenencia del balón será clave para restarle peligrosidad a La Máquina, así como el hecho de buscar los goles con los que liquiden la eliminatoria.

“Debemos jugar bien, tener la pelota, tratar de quitarle la pelota a un buen rival que, si le regalas el balón, le das iniciativa. No vamos a especular con el marcador a favor, debemos salir a ofenderlos. Hemos visto que se esfuman las ventajas muy fácil. Viene el segundo juego y ese es el que da el pase”, expresó.

Haber sometido a los Cementeros en el juego de ida es algo que, desde la perspectiva de Miguel, resultó meritorio por el hecho de haberles cortado una seguidilla de 10 juegos sin conocer la derrota con todo y la paridad que existe entre ambos cuadros.

“Son dos planteles muy similares, fuertes y con buena banca. No hay tanta diferencia en eso, se hace en el accionar del partido y la confianza del jugador. Si le damos la iniciativa será un rival peligroso; venían de 10 juegos sin perder. No era fácil, los muchachos lo hicieron bien. Maniataron a un rival que es bueno”, comentó.

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DUDA DEL MIEDO

La hegemonía que las Águilas tienen sobre los celestes de 15 partidos sin caer, ha hecho que se hable de “miedo” por parte de los de La Noria hacia su acérrimo rival. Sin embargo, para Herrera no es válido ese argumento.

“No creo que pase por ahí. Ningún jugador del mundo tiene una camiseta enfrente y le da miedo. Hay camisetas con peso específico, pero no pasa por ahí. Son rachas, partidos que se convierten en historias y números. Lo importante de eso es hacer bien las cosas para que la historia siga siendo nuestra; no bajar los brazos ni confiarse”, terminó.