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18, mayo 2019 - 21:02

┃ Javier Juárez

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POR JAVIER JUÁREZ

FOTOS: ÉRIK ESTRELLA

ENVIADOS

San Nicolás de los Garza.- La caída del “Tigre más Tigre” hirió a todos, la luz de Osvaldo Batocletti se apagó de pronto, aunque no su recuerdo.

Bato partió, pero antes de irse, convivió una última vez con su familia y amigos, la rivalidad entre regios quedó a un lado, las Capillas del Carmen, en el corazón de Monterrey, recibióa figuras de ambas instituciones.

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Decenas de coronas y arreglos florales llegaron al lugar, la misa de cenizas presentes fue en la noche, pero durante toda la mañana, el movimiento no se detuvo.

Gabriela Batocletti, hija de Osvaldo y Lucas Ayala, fueron los encargados de recibir a todos los visitantes

Ver al “Abuelo” Azuara, Mateo Bravo y al “Alacrán” Jiménez fue emotivo, las viejas glorias felinas estuvieron presentes para despedir a su amigo y capitán.

El desfile de personalidades siguió. Duilio Davino estuvo un momento en el sitio. Al salir, con evidente melancolía expresó: “Batocletti fue una persona muy querida, se ganó el respeto de todos los regiomontanos, en tema personal él jugó con mi padre en León, lo apreciaba mucho”, dijo el líder rayado.

Otro albiazul, Sergio Verdirame, llegó al lugar con su hija Pamela. El “Pibe” quiso despedirse de su amigo.

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La pasarela fue larga, Marco Antonio Ruiz, recién desempacado de Florida, tomó un vuelo temprano a Monterrey: “Le había dicho a mi esposa que llegando del premundial lo quería ver, lamentablemente no lo alcance. Conviví mucho tiempo con Bato, fue mi entrenador en Tampico, luego en Tigres, era una persona muy querida”, destacó el “Chima”.

Aldo de Nigris, otro jugador que estuvo bajo la tutela de Osvaldo, se notó devastado: “En primera división fue uno de los entrenadores con los que más jugué a pesar de que no hacía goles, él me metía, le gustaba mi carácter, mi personalidad, terminamos haciendo un buen torneo, logramos el famoso “Aztecazo”, luego nos eliminaron en semifinales, pero son experiencias muy buenas en lo deportivo, pero me quedo con lo humano, siempre veía por el buen de uno”, contó.

Las anécdotas fueron muchas, los recuerdos también, Batocletti dejó una huella profunda que nadie va a borrar.

Entre amigos, familiares y su mítica playera “3”. “Bato” dijo adiós. El “Tigre más Tigre” partió.

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