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24, mayo 2019 - 2:06

┃ Alejandro Alfaro

Miguel Herrera

POR ALEJANDRO ALFARO

La hora de sacar las cuentas en América llegó. El final del torneo se presentó para ellos en cuanto se consumó la eliminación ante León y con ello, el fracaso de no poder ser bicampeón, ya que, dadas las exigencias de la institución, si no se corona con el campeonato, lo demás no sirve.

El propio Miguel Herrera aceptó esa condición durante la última conferencia de prensa al señalar que: “La exigencia es ser campeón. Si no eres campeón, eres fracaso. Ganamos la Copa, nos fuimos en semifinales luchando con todo y no nos alcanzó”.

Con el correr de los días, y consumado el intento fallido de repetir el título del Apertura 2018, se puede analizar a detalle las razones por las cuales no se dio el “Bi” que tanto anhelaban en Coapa y el doblete por haber metido a las vitrinas la Copa MX.

Y es que, desde la falta de pretemporada, hasta la llegada tardía de los refuerzos, sin olvidar el tema de las lesiones, todo influyó para que los azulcremas no alcanzaran la 14 para su palmarés.

FALTA DE COMPETENCIA INTERNA

Si hay algo que le gusta a Miguel Herrera en sus planteles es la tan citada competencia interna. El tener dos o tres jugadores por posición, le permite al “Piojo” que todos estén en constante lucha por llenarle el ojo a fin de ser parte de la oncena titular los fines de semana.

Este torneo, existieron posiciones en donde dicha disputa fue prácticamente nula. Por citar un ejemplo, los volantes como Renato Ibarra y Andrés Ibargüen, no tuvieron quien les compitiera con seriedad por la titularidad.

Durante el Apertura 2018, aparte de los dos ya mencionados, estaban hombres como Diego Lainez y Cecilio Domínguez, quienes tenían las condiciones para poder ser estelares; incluso, el “Niño” cerró aquella temporada como titular, por encima de Domínguez e Ibargüen.

Al irse el canterano y el paraguayo, esas posiciones no fueron cubiertas con elementos de condiciones y jerarquía similares.

BAJO NIVEL EN DELANTEROS

Si algo ha carecido América en todo el último año futbolístico es el punch de sus delanteros. Los atacantes cremas no han estado finos de cara al arco y su cuota goleadora no cumplió las expectativas generadas por los nombres con los que cuentan.

Por poner un ejemplo, entre Nicolás Castillo, Roger Martínez, Oribe Peralta y Henry Martín, hicieron 14 goles en la temporada; Ángel Mena, mediocampista de León, hizo la misma cantidad él solo.

Y a propósito de la baja de nivel, no solamente los delanteros padecieron esto. Hombres como Mateus Uribe quedaron muy lejos de su mejor versión mostrada con las mismas Águilas, cosa que se vio reflejada en el terreno de juego, porque, aunque el cafetalero corría, metía e intentaba, fue una realidad que su torneo no fue bueno.

TARDARON LOS REFUERZOS

¿Complicación en las negociaciones o errores en la planificación? Sea cual sea la razón, lo cierto es que los refuerzos tardaron en llegar para América. Nicolás Castillo y Nicolás Benedetti tuvieron su primera participación en Liga hasta la jornada 6, es decir, con un tercio de la campaña transcurrida. Ambos tuvieron que pasar por un periodo de adaptación a la altura y al equipo, por lo que tardaron en llegar a lo óptimo de sus cualidades.

PRETEMPORADA EXPRESS

La cercanía entre el Apertura 2018 y Clausura 2019 fue mucha. La pausa breve entre torneo y torneo terminó por pegar en América ante la casi nula pretemporada que realizaron. Solamente una semana de encierro en el CAR con dobles sesiones de trabajo fue la base azulcrema para todo el campeonato.

LAS LESIONES

Las bajas en Coapa fueron un tema importante que aquejó a la plantilla a lo largo de la campaña. Cabe citar las operaciones a Oribe Peralta y Mateus Uribe por lesiones en el tobillo; el hecho de que Nicolás Benedetti se perdiera todo el resto del torneo por una fractura en el quinto metatarsiano en el pie derecho, lo que ameritó cirugía y rehabilitación. En lo muscular, Nicolás Castillo padeció un desgarre en la parte posterior del muslo izquierdo que le impidió aparecer en tres partidos, mismo caso de Edson Álvarez, quien se quedó sin ver juegos de Liguilla por una distensión de ligamentos en la rodilla.

Por una u otra razón, Herrera no pudo contar con la mejor versión de su plantel en el torneo.

LO QUE SIGUE

Al partir de esta base, la directiva y cuerpo técnico deben tener detectadas ya las áreas de oportunidad a fin de volver a ser contendientes el semestre entrante, mismo que empezará en julio, con la disputa del campeón de campeones frente al que lo desbanque del trono, León o Tigres.