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México.- La mexicana Guadalupe ‘Lupita’ González, subcampeona olímpica de la marcha de 20 kilómetros, aseguró este viernes que jamás hizo trampas para sacar ventaja de sus rivales, pero eligió mal a sus abogados y por eso no ha podido demostrar su inocencia de una acusación de dopaje.

“Soy una atleta que cada trimestre actualiza su paradero y tengo un pasaporte biológico de más de 10 o 12 controles. Es un pasaporte limpio porque no he necesitado nada para sacar ventaja sobre mis compañeras”, señaló la deportista en una rueda de prensa.

González fue suspendida por la Unidad de Integridad de Atletismo por cuatro años por dar positivo de trembolona, esteroide usado en la engorda del ganado que sirve para aumentar la masa muscular.

La atleta, subcampeona de los Mundiales de Atletismo de Londres 2017, se reunió este viernes con los medios y aceptó que eligió mal a sus abogados, incapaces de demostrar su inocencia.

“Mi situación se complicó por una asesoría inadecuada. Ninguna atleta que está a favor del juego limpio está preparada para afrontar una situación como esta”, lamentó.

González explicó a la IAAF que consumió carne porque sufrió anemia, pero modificó una declaración inicial y según el organismo internacional, falsificó algunos documentos, lo cual le costó ser sancionada por cuatro años.

De momento la mexicana contrató para su defensa al abogado colombiano Andrés Charria, con experiencia en litigios del tipo del de la marchista, quien la defenderá ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.

Hace un par de días la directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes, Ana Guevara, anunció que la institución bajo su mando no se involucrará en el caso de dopaje González porque México tiene un laboratorio certificado por Wada y no puede ser juez y parte en un proceso como el de la campeona.

Sin embargo, la también campeona panamericana agradeció por el apoyo moral a esa institución, al Comité Olímpico Mexicano, la Federación Mexicana de Atletismo y la Secretaría de Marina.

González fue una de las deportistas de más crecimiento en América latina en el pasado ciclo olímpico en el que empezó de cero en la caminata luego de ser boxeadora y corredora de pista, en Toronto 2015 fue monarca de los Juegos Panamericanos y en Río 2016 subcampeona olímpica.

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Después de Río 2016 la deportista hizo un sorpresivo cambio de entrenador al despedir a quien la formó, Juan Hernández, y comenzar con Esteban Santos, un técnico de poca experiencia, con el cual ganó oro el año pasado el Mundial por equipos y plata en el 2017 en los Mundiales de Londres.