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Mira

26, mayo 2019 - 13:44

┃ Alejandro Alfaro

turru

La Fiera está a horas de enfrentar una nueva final, aunque a diferencia de las más recientes, lo hará en su casa y con su gente, tal y como lo vivieron la tarde del 7 de junio de 1992, cuando se coronaron de la mano de un equipo que hasta la fecha tiene un lugar muy especial en la memoria del colectivo esmeralda. Uno de los héroes de aquel domingo a mediodía es Carlos Turrubiates, quien confesó tener corazón de León.

Durante una amena plática con ESTO, el ex defensa recordó y agradeció haber sido parte de una escuadra que rompió el ayuno de más de tres décadas de los Panzas Verdes sin poder ser campeones. Además, no dejó pasar el hecho de que fue uno de los artífices del título gracias al gol de cabeza con el que rompió el cero en el marcador.

“Se juntaron varias generaciones sin ver a su equipo campeón. Tenía 36 años de no campeonar este equipo, entonces fueron momentos muy padres, porque veías a los abuelitos, hijos y nietos, a todo tipo de seguidores emocionados y en el festejo del campeonato. Me tocó la fortuna de hacer el gol en ese partido de la final, un juego muy intenso, contra un gran equipo, que era Puebla. En León había poca gente de experiencia y jóvenes con talento y deseo de querer ser alguien en el futbol”, rememoró.

AMBRIZ SE MERECE TODO

Dentro de la charla con El Diario de los Deportistas fue inevitable recordar la cercanía que existe entre Carlos e Ignacio Ambriz, el hoy técnico de León, al cual pudo acompañar como parte de su cuerpo técnico en sus aventuras en América y Necaxa. Sin titubear, “Turru” afirmó que lo que hoy vive Nacho es más que merecido.

“Lo que me gustó es que pudo demostrar su filosofía de juego con este León, porque muchas veces lo catalogaron de defensivo o temeroso de ir al frente; sin embargo, esta versión reflejada en León pudo constatar que no es así, que se acopla a las características de los equipos que tiene y trata de sacar su mejor versión”, argumentó.

La relación tan estrecha que mantuvieron durante mucho tiempo hicieron considerar a Carlos Turrubiates que lo vivido años atrás ayudó a Ambriz en su evolución, por lo que celebra que hoy Ignacio sea más abierto en su profesión y le muestre a todos la calidad de persona que es, más allá de sus cualidades como entrenador.

“Siempre las experiencias evolucionan a la gente; la paciencia, el saber manejarse bajo presión, manejar los medios y el entorno. Si bien, Nacho siempre ha sido de un perfil sencillo, humilde y tranquilo, hoy sigue siendo el mismo, pero no deja de pertenecer a un gremio de técnicos que le gusta salir en entrevistas, recibir llamadas y da esa parte que tiene que dar para que lo conozcan, no para demostrar que sabe, sino para que lo conozcan cómo es como ser humano y no nada más como técnico”, comentó.

PUDO ESTAR AHÍ

Como dato anecdótico, Turrubiates podría estar hoy en el cuerpo técnico de León. Sin embargo, antes de que Ambriz firmara con La Fiera, Carlos entró al mundo de la televisión y el periodismo en Monterrey, por lo que tuvo que rechazar la invitación de Nacho para estar con él debido al compromiso que asumió. Lejos de lamentarlo, se mostró agradecido por la oportunidad que hoy tiene y la posibilidad de dar a conocer desde su trinchera al equipo de trabajo que llevó a los esmeraldas a la final.

“Sí, pero hoy me toca acá. Yo hice un compromiso con la gente con la cual trabajo para el Mundial y, la verdad, me fue difícil romperlo. Soy un hombre de compromisos y palabra que me gusta cumplir, pero qué bueno, porque así se da ahora, así lo viven ellos, así lo disfruto yo desde afuera. El hecho de que mis amigos estén en esos niveles me alegra. Me toca desarrollar esta parte periodística y la labor de que conozcan a ese cuerpo técnico y a Nacho. Son cosas que Dios pone y hay que disfrutarlas”, terminó.